En un acto de valentía que ha captado la atención del mundo, la judoca cubana Dayle Ojeda tomó la difícil decisión de escapar de su delegación olímpica antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. Ahora, desde Valencia, donde se ha establecido como su nuevo hogar, Ojeda ha compartido su experiencia en una emotiva entrevista.
La judoca, conocida por haber ganado dos medallas de plata en el Abierto Panamericano de Varadero, ofreció sus primeras palabras desde España, país en el que espera continuar su carrera deportiva. En la entrevista publicada por la Federación Valenciana de Judo, Ojeda reveló detalles de su fuga, una decisión que no solo la alejó de su equipo, sino también de la Isla que la vio nacer.
Según cuenta Ojeda, “Me separé del grupo y salí casi corriendo. Caminé y caminé muy nerviosa, hice algunas llamadas, hasta que encontré a alguien que me ayudó y me orientó para sacar un ticket de autobús, el billete más económico de París hasta Barcelona, donde me quedé unos días, ya que mi destino sabía que era Valencia”. Estas palabras reflejan el estado de ansiedad y miedo que acompañó a la atleta durante su huida.
Dayle Ojeda no estaba en París como parte del equipo oficial de competidores. Su rol era apoyar en el entrenamiento de Idalys Ortiz, la judoca cubana más reconocida, quien participaba en la categoría de los 78 kg. Aunque no formaba parte del equipo oficial, Ojeda debía regresar a Cuba antes del inicio de la competición, algo que nunca sucedió, pues en su lugar, decidió quedarse en Europa y comenzar una nueva vida.
“Esperé hasta el final para irme a España y poder desarrollarme como atleta y tener la oportunidad que jamás tuve en Cuba”, declaró Ojeda, quien planificó meticulosamente cada paso de su escape. Detrás de esta decisión, sin embargo, también hubo momentos de profunda angustia. La judoca confesó que ha vivido días llenos de ansiedad y miedo, preguntándose constantemente si había hecho lo correcto. Pero a pesar de las dudas, está convencida de que fue la mejor decisión para ella y su familia.
La huida de Ojeda no solo significó dejar atrás a su equipo y a su país, sino también a su familia, amigos y pareja, una carga emocional que, aunque difícil, no la ha hecho dudar de su elección. “Fue lo mejor y no me arrepiento, porque fue la mejor decisión. Estoy segura de ello”, enfatizó la atleta, mostrando la firmeza con la que ha asumido su nuevo camino.
Ya establecida en Valencia, Dayle Ojeda ha retomado sus entrenamientos, con la mirada puesta en los próximos Juegos Olímpicos que se celebrarán en Los Ángeles en 2028. Su objetivo es claro: representar a España y continuar su carrera deportiva lejos de las presiones y restricciones que enfrentó en Cuba. La historia de Ojeda es un testimonio de determinación y coraje, que inspira a muchos otros que, como ella, buscan una vida mejor y la oportunidad de alcanzar sus sueños en libertad.
