La calle San Lázaro, en el corazón de La Habana, se asemeja a una zona de guerra, con edificios que parecen haber sido bombardeados, a pesar de que la ciudad nunca ha estado en conflicto. Así lo destaca un video reciente publicado en el canal de YouTube The Spartan Vlog, donde se registran crudas imágenes de la capital cubana.
Durante un recorrido por esta y otras calles principales de Centro Habana, como Galiano, el youtuber cubano documenta el abandono, la pobreza y la lucha diaria de los cubanos por sobrevivir en un país detenido en el tiempo. Las calles de La Habana, especialmente San Lázaro, reflejan un profundo deterioro en su infraestructura. La mayoría de los edificios, construidos a principios del siglo XX, se encuentran en ruinas, con un 80-90% en estado crítico, al borde del colapso. Esta situación, sumada a las difíciles condiciones económicas, convierte la vida diaria en estas áreas en algo extremadamente peligroso y desafiante.
La vida en estas calles está marcada por la escasez de alimentos, lo que obliga a muchos a recurrir al mercado informal para obtener productos básicos que no están disponibles en las tiendas estatales. El propio youtuber aconseja a los transeúntes que miren hacia arriba mientras caminan para identificar los posibles peligros de las edificaciones que están a punto de colapsar.
A pesar de este desolador panorama, el gobierno sigue invirtiendo en la construcción de hoteles en zonas turísticas. Esta situación contrasta fuertemente con la realidad de la mayoría de la población, que lucha por sobrevivir en medio de la pobreza extrema y la falta de recursos básicos.
La crisis económica en Cuba ha llevado a muchos ciudadanos a la desesperación, con un costo de vida que supera con creces los ingresos promedio. La falta de acceso a alimentos adecuados y la precariedad de los servicios básicos incrementan la inseguridad alimentaria y el desasosiego.
El gobierno cubano ha implementado nuevas restricciones al sector privado, como el tope de precios en la comercialización de productos alimenticios clave, lo que ha provocado la desaparición de productos como la carne de pollo y el aceite del mercado informal.
Además, la suspensión temporal del programa de parole humanitario por parte de Estados Unidos, que permitía a miles de cubanos emigrar cada mes, ha agravado la desesperanza entre quienes buscaban reunirse con sus familias o mejorar sus vidas en el extranjero. Esta combinación de factores ha intensificado el descontento social y aumentado la insatisfacción en toda la isla.
La falta de turismo y los escasos viajes a Cuba han afectado gravemente a La Habana, una ciudad que depende en gran medida de este sector. Mientras tanto, las provincias del interior del país sienten aún más los efectos de la crisis, con una acentuada diferencia de clases socioeconómicas y una creciente dificultad para llegar a fin de mes.