La Reverenda Madre Ana María del Santísimo Sacramento, una de las figuras religiosas más longevas y respetadas de Cuba, celebró recientemente su 93 cumpleaños.
La madre Ana María ha pasado 68 de sus 93 años en el Monasterio de clausura de las Madres Carmelitas Descalzas, ubicado en el Vedado, La Habana. Esta mujer ha dedicado su vida a la contemplación y la oración a Dios, con un compromiso y devoción admirables. Originaria de Salamanca, España, es la única sobreviviente española que queda en el Monasterio de La Habana.
Desde su ingreso en el convento, la Reverenda Madre ha sido un pilar fundamental de la comunidad religiosa, orando incansablemente por el bienestar del pueblo cubano. La celebración de su cumpleaños estuvo marcada por un ambiente de paz y recogimiento, características propias de la vida monástica que ha llevado durante más de seis décadas.
Fieles y amigos cercanos la felicitaron, deseándole larga vida y salud. La comunidad religiosa de La Habana y los devotos de todo el país reconocen la influencia espiritual de la madre Ana María, cuya vida de oración y sacrificio continúa inspirando a muchos.
El Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas, donde reside, se mantiene como un faro de espiritualidad y oración en el corazón de La Habana. Estas monjas de clausura viven en silencio, soledad y austeridad, y son responsables de la elaboración de las hostias que se consagran en la eucaristía en toda Cuba.
El legado de la Reverenda Madre Ana María del Santísimo Sacramento es un testimonio viviente de la fe y la devoción a la vida contemplativa, entregada a Dios y al pueblo cubano.