Cuba se ha convertido en el Patrimonio Mundial de los grandes baches en las calles

Redacción

Eduardo Rodríguez Dávila, quien ha ocupado el cargo de ministro de Transporte desde 2019, ha demostrado una notable habilidad para eludir responsabilidades. A lo largo de sus cinco años en este puesto, el funcionario no ha logrado hacer frente a la grave situación de deterioro de la infraestructura vial en Cuba. En lugar de asumir esta realidad con acciones efectivas y soluciones concretas, se limita a repetir excusas año tras año, como un disco rayado que nunca deja de girar.

Recientemente, en un intento por justificar su gestión, Rodríguez Dávila publicó estadísticas en su perfil de Facebook basadas en lo presentado en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional. Sin embargo, estos datos no hacen más que confirmar lo que muchos ya saben: su gestión ha sido un completo fracaso. De acuerdo con la información que él mismo compartió, el estado de las carreteras en Cuba continúa siendo lamentable, lo que contribuye de manera significativa a los accidentes de tránsito y a la pérdida de vidas humanas.

La situación es tan crítica que incluso el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del Órgano Especializado de Tránsito de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), admitió en julio pasado que “el estado de las carreteras complica la seguridad vial”. En un país donde las malas condiciones de las vías son una de las principales causas de accidentes fatales, la negligencia del Ministerio de Transporte (MITRANS) raya en lo criminal.

Aunque la degradación de la infraestructura de transporte es un problema crónico en Cuba, la incapacidad de Rodríguez Dávila para implementar soluciones efectivas ha empeorado la situación en lugar de mejorarla. Para comprender la magnitud del fracaso de su gestión, basta con examinar los resultados desoladores del Programa de Recuperación Vial que se presentaron en la última sesión de la Asamblea Nacional. Según las propias palabras del ministro, a pesar de los esfuerzos desplegados, “el avance del programa (…) al cierre del primer semestre de este año es bajo y no se logra detener el deterioro de la red vial del país”.

No sorprende que las principales causas de esta debacle, como el propio ministro ha señalado, sean la “insuficiente organización y gestión del presupuesto en moneda nacional para el mantenimiento y la reparación de los viales, problemas de calidad en las reparaciones viales, falta de disciplina y organización en las intervenciones de los operadores de redes, baja ejecución del plan del año hasta mayo de 2024 y atrasos en la colocación de mezcla asfáltica caliente”. Pero estos problemas, que se repiten año tras año, no surgieron de la nada; son el producto directo de una gestión ineficaz que ha dejado a la infraestructura en un estado deplorable.

El programa de recuperación de carreteras del MITRANS fue promovido con gran fanfarria, prometiendo detener el deterioro de las principales vías del país. Sin embargo, problemas como la ineficiencia, la burocracia, la ineptitud, la desviación de recursos y otros males no solo persisten, sino que se han agravado. Las cifras del Ministerio son reveladoras: de las 25 plantas que producen asfalto hot mix (HAC) y asfalto frío (HAF), 12 están paralizadas debido a fallos técnicos. La ejecución del plan anual de colocación de HAC y HAF es decepcionante, con solo un 10,04% y 14,32% de avance, respectivamente, hasta mayo de 2024. En proyectos prioritarios, como la Carretera Central, la ejecución es igualmente desalentadora, alcanzando solo un 11%.

En cuanto a la reparación de puentes y otras obras, el MITRANS enfrenta retrasos significativos. Las reparaciones mayores de puentes ni siquiera han comenzado por falta de recursos. Las carreteras provinciales y municipales muestran una tasa ridícula de ejecución del 10,5% en bacheo, sin avances en la colocación de mezcla de asfalto caliente. Incluso las carreteras de interés específico, que son cruciales para sectores como la agricultura y la industria azucarera, padecen alarmantes retrasos en sus planes de reparación.