En Santiago de Cuba, el acceso al dinero en efectivo sigue siendo un desafío considerable para sus habitantes. A pesar de los esfuerzos del régimen para abordar esta situación, las soluciones propuestas hasta el momento no han logrado resolver el problema de manera efectiva. Las dificultades para acceder a efectivo a través de cajeros automáticos y ventanillas bancarias persisten, convirtiéndose en un problema diario para los ciudadanos de la región.
Uno de los lugares más afectados por esta situación es el banco ubicado en la intersección de Garzón y calle Tercera, en el reparto Santa Bárbara. Aquí, los residentes se ven obligados a pasar la noche y la madrugada en largas colas para poder acceder al escaso dinero disponible cuando el banco abre al día siguiente. Esta situación se ha convertido en una rutina desgastante para muchas personas que simplemente buscan retirar efectivo.
Un testigo, publicó hace unos días una imagen que ilustra la extensa fila formada al amanecer de un miércoles reciente frente al banco en Santiago de Cuba. La imagen es un reflejo palpable de la desesperación que enfrentan los ciudadanos. El testigo expresó que «la mayoría ni siquiera tiene la esperanza de conseguir efectivo», y añadió que muchas de las personas en la fila eran ancianos esperando para cobrar sus pensiones.
El testimonio de este observador resalta una realidad dolorosa: «Parte el alma saber que personas de 80 años duermen en la calle solo para poder sacar el dinero en efectivo de los cajeros o de los bancos; es criminal y abusivo lo que hace el gobierno con este grupo vulnerable». Este comentario pone de manifiesto la gravedad de la situación, subrayando el impacto desproporcionado que tiene en los ancianos, quienes se ven forzados a pasar la noche en condiciones adversas por la falta de acceso a efectivo.
La frustración de los ciudadanos se refleja también en el hecho de que «todos los meses se repite lo mismo, jubilados tratando de sacar sus pensiones, y trabajadores que hacen lo mismo con el salario. Esto no es vida». La falta de soluciones efectivas por parte del régimen para abordar este problema ha generado un ciclo interminable de dificultades para los residentes que necesitan acceder a su dinero en efectivo.
Este problema no es nuevo, y a pesar de la gravedad de la situación, el régimen cubano no ha logrado implementar una solución efectiva. De hecho, hace casi un año, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos alertó sobre el problema persistente del acceso al dinero en efectivo en Santiago de Cuba. En un video compartido en la red social X, la organización destacó que «desde las 6 de la tarde comienzan las colas frente a los cajeros automáticos para el otro día a las 8 de la mañana tratar de alcanzar el poco dinero que pudieran expender las máquinas».
La situación no ha mejorado con el tiempo. En abril pasado, las redes sociales también reflejaron la misma problemática: ancianos formando largas filas para acceder al escaso dinero depositado en las instituciones bancarias. La persistencia de estas colas demuestra que el problema sigue sin resolverse, afectando gravemente a aquellos que dependen del efectivo para sus necesidades diarias.
A pesar de la promoción de la bancarización de manera acelerada y obligatoria por parte del régimen cubano, esta medida no se ha implementado de manera efectiva en muchas entidades estatales de Santiago de Cuba. La brecha entre las políticas gubernamentales y la realidad sobre el terreno es evidente, y los ciudadanos continúan sufriendo las consecuencias. Esta desconexión entre la política y la realidad práctica está perjudicando a los habitantes que luchan por acceder al efectivo necesario.
Según la edición digital del periódico Sierra Maestra, en marzo pasado se realizó un recorrido por los centros de gastronomía en la ciudad oriental, y se descubrieron numerosos problemas en la aplicación de la disposición gubernamental sobre la bancarización. Este informe revela la falta de cumplimiento de las medidas por parte de las entidades estatales, lo que contribuye a la crisis de acceso al efectivo que enfrentan los ciudadanos.