El Gobierno cubano ha retirado la licencia de importación a casi un tercio de los negocios privados que estaban autorizados para realizar estas actividades. El primer ministro Manuel Marrero Cruz informó a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular que “se decidió cerrar esta facultad a 24 de las 73 empresas aprobadas para importar por bajo nivel de actividad y mal trabajo”.
Marrero enfatizó que el Estado debe mantener el monopolio del comercio exterior en el país. Sin embargo, para facilitar las actividades de las formas de gestión no estatal, el gobierno había autorizado a 73 empresas para que importaran en nombre de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
“Pero en el análisis que hicimos había muchas barbaridades, errores…”, comentó Marrero. “El documento resultante del trabajo que hizo el MINCEX nos permitió llegar a la conclusión de que había que cerrar esta facultad a 24 empresas, por bajo nivel de actividad y mal trabajo”, subrayó.
El primer ministro también hizo hincapié en la importancia de que las empresas autorizadas para importar cumplan con las normativas y demuestren un rendimiento adecuado. Esta decisión forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno cubano para regular y supervisar más estrictamente las actividades económicas en el país, especialmente en un contexto de crisis económica y escasez de recursos.
La medida ha generado preocupación entre los empresarios privados y las mipymes, quienes dependen de la capacidad de importar para mantener sus operaciones y satisfacer la demanda del mercado interno. La retirada de licencias a un número significativo de estas empresas podría tener un impacto considerable en la disponibilidad de productos y en la continuidad de los negocios afectados.
El gobierno cubano ha estado ajustando sus políticas económicas en un intento por estabilizar la economía y mejorar la eficiencia de las operaciones comerciales. No obstante, estas medidas también han sido objeto de críticas por parte de aquellos que consideran que las restricciones adicionales podrían dificultar aún más la recuperación económica y la innovación en el sector privado.
El anuncio de Marrero se suma a una serie de decisiones recientes dirigidas a controlar y regular las actividades económicas en Cuba. La intención del gobierno es asegurarse de que todas las formas de gestión no estatal operen dentro de un marco legal y cumplan con los estándares establecidos, mientras se mantienen bajo el control del Estado aspectos clave del comercio exterior y la economía.