Miguel Díaz-Canel Villanueva, el hijo del presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, regresó al municipio camagüeyano de Vertientes en su rol de músico y líder del proyecto «DeCuba», para ofrecer una serie de conciertos en este territorio. Su presencia ha generado controversia debido a las condiciones económicas de la región y los elevados costos asociados con sus presentaciones.
Fuentes confirmaron al portal web Cubanos por el Mundo que Díaz-Canel Villanueva exige no menos de 100,000 pesos por cada presentación, sin incluir los gastos adicionales de alimentación, transporte y el montaje de audio. «El audio cuesta 50 mil el montaje, serían otros 100 mil, más el transporte y la atención. Sigue sumando», detalló una fuente.
Durante su presencia en la Plaza de la Cultura, se reportó que el pueblo estaba en medio de un apagón, lo que aumentó el descontento entre los residentes. A través de la emisora local, se supo que DeCuba se presentó también en el centro recreativo La Cima, en la comunidad rural de Batalla de las Guásimas, como parte de una gira por varios municipios de la provincia de Camagüey, donde es recibido por las autoridades del Partido Comunista de Cuba (PCC).
“No hay provincia donde venga a cantar más el hijo de Díaz-Canel que Camagüey. Esta es la tercera vez en un año que viene por acá”, mencionó una fuente local. Además, se informó que Díaz-Canel Villanueva tiene exigencias específicas para sus presentaciones, incluyendo botellas de whisky Johnnie Walker, un lujo capitalista que contrasta con las dificultades económicas que enfrenta la mayoría de la población.
La Asamblea Municipal del Poder Popular es la encargada de cubrir los costos de la agrupación musical, en un territorio donde la economía se deprime cada día más y donde «no hay presupuesto» ni para plantar un boniato. En el grupo de Facebook Vertientinos por el Mundo, muchos expresaron su descontento por la presencia del hijo del presidente en un municipio sumido en la miseria y la desesperación, reflejando el malestar generalizado en toda la isla.
“No queremos celebraciones, queremos corriente y dormir 😴 como un ser humano, no como animales”, comentó Yaney Alfonso en la red social. Daysi Brizuela Figueredo también reaccionó a la publicación con desagrado: “Qué bonito todo y el pueblo en apagón”.
Las publicaciones de reporteros locales confirmaron el regreso del hijo de Díaz-Canel al territorio vertientino, destacando la falta de productos básicos como azúcar, pescado y leche, a pesar de que el municipio cuenta con dos centrales azucareros en activo, un litoral costero cercano y supuestas cooperativas «millonarias» en producción. Los residentes también señalan la escasez de arroz, a pesar de que la región cuenta con una empresa nacional líder en la producción de este cereal.
Este contraste entre la opulencia demandada por el hijo del presidente y las condiciones de vida de los habitantes locales ha generado una profunda indignación. Los residentes de Vertientes, y de Cuba en general, enfrentan una dura realidad diaria marcada por la falta de recursos básicos y servicios esenciales, lo que hace que las extravagantes exigencias de Díaz-Canel Villanueva sean aún más ofensivas.