Como lanzando trompones a oscuras, el Estado cubano sigue buscando maneras de reducir el consumo eléctrico en la isla, supuestamente con el objetivo de aliviar la carga sobre el vulnerable sistema electroenergético nacional (SEN). Si antes las autoridades se enfocaron en el sector privado debido a sus altas demandas energéticas, propias del funcionamiento de diversos negocios, ahora han decidido señalar a otro responsable en medio de la crisis: las personas que viajan al país con electrodomésticos.
El director de normalización y evaluación energética de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (Onure), Joel Enrique Trincado, confirmó al portal oficialista Cubadebate que en los últimos años ha habido un incremento en la importación de equipos eléctricos en Cuba. Trincado subrayó que existe una relación indirecta entre el aumento de electrodomésticos en el país y los apagones, aunque no minimiza su presunto impacto en el escenario de crisis actual.
Según explicó Trincado, en 2022 entraron a Cuba alrededor de tres millones de equipos eléctricos, de los cuales “el 53% corresponden a sistemas de iluminación y el 23% son equipos de cocción como ollas reinas y arroceras, que sí repercuten notablemente en el consumo”. También mencionó que los equipos de climatización y refrigeración alcanzaron un 10% de las importaciones, las cuales en un 92% fueron realizadas por personas jurídicas, es decir, entidades estatales o privadas.
El año siguiente, la cifra descendió ligeramente a 2.8 millones de equipos, de los cuales la mitad fueron luminarias, principalmente de tecnología LED. “En lo que va de año (hasta abril) se han importado 1.8 millones de equipos. El 46% son de iluminación”, indicó Trincado. A medida que aumentan los equipos de cocción y refrigeración como neveras y congeladores, también crece la preocupación por el consumo energético, especialmente en las formas de gestión no estatal.
“El primer cuatrimestre del año también reporta un aumento en la importación de equipos de cocción de alimentos y de refrigeración, con una tendencia creciente en las formas de gestión no estatal”, explicó Trincado, enfatizando nuevamente el señalamiento al sector privado. “Este año han importado más las formas de gestión no estatal que las estatales”, destacó. Además, mencionó la necesidad de revisar las normas de seguridad eléctrica, eficiencia energética y “tropicalización” de los equipos importados.
Sobre la tropicalización, Trincado explicó que este concepto tiene en cuenta “las condiciones climatológicas del país, las altas temperaturas, la salinidad y la humedad. Si se cumple, permite que los equipos eléctricos funcionen de manera correcta en nuestras condiciones”. Para el directivo, el cumplimiento de estas normas asegura la eficiencia energética de los equipos y contribuye “a conservar la estabilidad del sistema electroenergético nacional”.
Trincado también aseguró que Cuba cuenta con laboratorios de ensayo para certificar que los equipos cumplen con las normas establecidas. “Debemos aclarar que se regula un grupo de equipos que son los que más influyen energéticamente en el país. No son todos los equipos. Los de televisión, cómputo, radio y amplificación son regulados por el Mincom (Ministerio de Comunicaciones)”, precisó. Añadió que Onure se encarga de los equipos de climatización, iluminación y otros tanto para instituciones estatales como privadas. “Por ejemplo, está prohibido importar luces incandescentes, debido al alto consumo energético”, añadió.
Aunque estas normas no se aplican a las personas naturales que residen en la isla, Trincado no descartó la posibilidad de revisar los equipos que ingresan al país a través de la Aduana para asegurar que “sean energéticamente eficientes y no complejicen aún más la situación del SEN”. Esto significa que los viajeros a Cuba deberán estar atentos a las regulaciones sobre la potencia y las características técnicas de eficiencia energética, especialmente en equipos de alto consumo como los de refrigeración, climatización y cocción.