Lo que el pueblo de Cuba temía desde que se recrudecieron los apagones acaba de ser confirmado por el gobernante Miguel Díaz-Canel: no hay garantías de que los meses de verano transcurran sin afectaciones en el servicio eléctrico.
Díaz-Canel abordó la situación de la generación de energía eléctrica y las proyecciones a corto, mediano y largo plazo en su nuevo espacio en YouTube, dirigido por él mismo. En este programa, reiteró lo que la Unión Eléctrica (UNE) había anunciado días atrás: los cortes de electricidad se incrementarán este mes y el próximo debido al aumento de las labores de mantenimiento en las termoeléctricas, con el objetivo de tratar de garantizar el servicio en julio y agosto.
«Vamos a tener mantenimientos prolongados hasta el mes de junio para lograr minimizar la molestia de los apagones en el verano, sobre todo en los meses de julio y agosto», señaló Díaz-Canel.
El director de la UNE, Alfredo López Valdés, trató de mostrar optimismo al referirse a los próximos meses, afirmando: «Somos conscientes de que estamos dando apagones grandes, pero hay una tendencia a mejorar».
Según López Valdés, no se han planificado obras de mantenimiento en ninguna termoeléctrica para julio, lo cual no significa que las cosas vayan a marchar bien. «Vamos a tener las averías que normalmente ocurren en el sistema, vamos a tener las limitaciones que normalmente ocurren en el sistema.»
Ese mismo optimismo fue reflejado por Díaz-Canel al asegurar que «en julio y agosto van a estar trabajando todas las estaciones, excepto que salgan por una avería.»
Sin embargo, minutos después, López Valdés matizó sus declaraciones: «No estamos cruzados de brazos, estamos luchando, pero no podemos comprometernos con algo que hoy… ¿Que no se va a dar apagón? No, no podemos comprometernos.»
Díaz-Canel, por su parte, respaldó a su experto diciendo que el cero apagón, en las condiciones actuales, es muy difícil. «Puede haber un apagón en una determinada hora, lo que vamos a trabajar para que no sean prolongados, que no sean de larga duración», agregó.
La situación crítica del sistema eléctrico cubano ha generado un gran descontento entre la población, que teme pasar los meses de verano sin un suministro eléctrico confiable. Los apagones no solo afectan la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también tienen un impacto negativo en la economía y los servicios esenciales del país.
La incertidumbre sobre la estabilidad del suministro eléctrico ha llevado a muchos cubanos a buscar soluciones alternativas, como el uso de generadores personales, aunque estos son costosos y difíciles de mantener debido a la escasez de combustible.
La falta de electricidad afecta a todos los sectores, desde la preparación de alimentos y el funcionamiento de electrodomésticos hasta el funcionamiento de hospitales y escuelas. Los cortes de energía prolongados y frecuentes también han llevado a un aumento en las protestas y el descontento social.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por mostrar optimismo y prometer mejoras, la realidad es que la infraestructura eléctrica de Cuba necesita una inversión significativa y una reestructuración profunda para resolver los problemas actuales. Las promesas de mejoras a corto plazo son recibidas con escepticismo por parte de una población que ha visto repetidamente cómo las promesas no se cumplen.
En su programa, Díaz-Canel y López Valdés intentaron tranquilizar a la población, pero la falta de garantías y la admisión de que los apagones continuarán durante el verano han dejado a muchos cubanos sintiéndose inseguros y frustrados.
