El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) ha emitido un comunicado oficial sobre la trágica experiencia vivida por un grupo de ocho balseros cubanos que estuvieron 34 días a la deriva en el Golfo de México, hasta llegar a las costas de Tamaulipas, México.
Según información proporcionada por la embajada de Cuba en México, el cónsul general en Monterrey se trasladó a la ciudad vecina para interesarse por los cuatro sobrevivientes, quienes llegaron en condiciones críticas tras su odisea en el mar.
Los cuatro hombres, identificados como Mario Sergio Márquez Ventura, Yuresqui Romero Hernández, Diosan y Rogelio Fuentes, fueron encontrados con signos graves de deshidratación y una notable pérdida de peso corporal. Actualmente se encuentran hospitalizados en el Hospital General de San Fernando, donde reciben atención médica y se espera su pronta recuperación.
Las autoridades cubanas están en contacto con las autoridades migratorias y el Ministerio Público de México para brindar asistencia consular a los migrantes cubanos rescatados. Este apoyo se extiende tanto a los sobrevivientes como a sus familias en Cuba, facilitando comunicación mediante videollamadas y gestionando los trámites necesarios para su atención y posible repatriación.
La otra mitad de los balseros que iniciaron este viaje hacia la Florida desde Cuba lamentablemente no sobrevivió, y aún se desconoce la identidad de los cuatro fallecidos. El rescate fue posible gracias a la intervención de Claudio Meza Méndez y otros pescadores locales, quienes localizaron la balsa a tres kilómetros mar adentro de la Barra Boca de Catán en el municipio de San Fernando.
Esta tragedia destaca el continuo éxodo migratorio de cubanos debido a las dificultades económicas y sociales en la isla. Las estadísticas muestran un incremento en el número de balseros interceptados en el mar, reflejando la desesperación y el riesgo que muchos cubanos están dispuestos a enfrentar en busca de una vida mejor. A pesar de los esfuerzos por promover la migración legal y segura, muchos continúan optando por rutas peligrosas en busca de esperanza y oportunidades.