¡Fraude al descubierto! Dos cubanas detenidas por estafa al seguro en Miami

Redacción

Al parecer, el intento de defraudar al seguro sigue siendo una práctica preocupante entre algunos cubanos en Miami, Estados Unidos, como evidencia el reciente caso de dos mujeres cubanas detenidas por esta causa. Según informes de la prensa local de Miami, María Campos, de 54 años, e Isabela Méndez, de 22 años, comparecieron ante el tribunal de la ciudad, acusadas de presentar reclamos fraudulentos a una compañía de seguros.

Las acusaciones señalan que las dos mujeres fueron parte de un montaje de un accidente vehicular falso el 29 de junio de 2022 en la intersección de la calle Flagler y la Avenida 68 en Miami. Actuaron en complicidad con sus cómplices Krystal Arbona y Madison Martínez.

María Campos e Isabela Méndez enfrentan cargos graves, incluyendo fraude a seguros, conspiración para cometer fraude y falsedad de declaraciones. Las penas por estos delitos podrían ser severas, con posibles condenas de prisión y multas considerables.

Según el informe, las mujeres detenidas ejecutaron una compleja artimaña para presentar reclamos médicos fraudulentos ante la compañía Doctors Medical Group, solicitando compensaciones por lesiones graves que simulaban haber sufrido en el supuesto accidente. La cantidad reclamada superó los 35 mil dólares, revelando la magnitud de su intento de fraude al seguro médico.

En Miami, el fraude al seguro representa un problema significativo tanto para las compañías aseguradoras como para los consumidores, pues aumenta los costos y las primas. Por esta razón, las autoridades están vigilantes y trabajan para combatir este tipo de delitos, especialmente cuando involucran a ciudadanos cubanos, quienes parecen estar implicados con frecuencia en este tipo de fraudes en la ciudad.

Este caso reciente se suma a otros incidentes similares en Miami, incluyendo el arresto del exjugador de Grandes Ligas Yuniesky Betancourt, conocido como “Riquimbili”, por presunto fraude al seguro de autos en la misma ciudad, demostrando que el problema del fraude no conoce límites en la comunidad cubana de Miami.