La primera vez que ves una fregona puede ser una experiencia… reveladora. Y si no, que lo diga esta señora cubana, cuya reacción al enfrentarse por primera vez a esta herramienta de limpieza dejó a medio TikTok llorando de la risa.
El video, subido por la usuaria Daniela Sosa (@daniela.sosa6080), ya lleva miles de visualizaciones y no es para menos: la ternura, la sorpresa y la torpeza natural de la escena hicieron que muchos se sintieran identificados. Porque, vamos a decirlo claro: en Cuba hay muchas cosas que no llegan, y cuando llegan, ¡hay que aprender a usarlas desde cero!
En el clip vemos a la protagonista, una mujer cubana mayor, intentando entender cómo funciona esa “tecnología moderna” llamada fregona. Al principio parece confundida, como si estuviera resolviendo un rompecabezas. Aprieta aquí, gira allá, mira el palo como si fuera un invento de la NASA… todo con una mezcla de inocencia y comicidad que conquistó a miles.
La hija, autora del video, escribió con cariño en la descripción: “Cuando llega la tecnología y no saben cómo usarla. Mi madre, pobrecita, no sabía, pero ya aprendió”. Ese pequeño comentario terminó siendo el marco perfecto para una escena que, más allá de lo cómica, también refleja una gran verdad: en Cuba, hasta una fregona puede ser una novedad.
Y es que muchos de los utensilios comunes fuera de la isla siguen siendo rarezas allá, por culpa del desabastecimiento, la escasez y la eterna dependencia de las remesas. Las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) están llenas… pero no para todos. Así que cuando algo como una fregona aparece, se convierte en una especie de “descubrimiento arqueológico doméstico”.
En los comentarios del video no faltaron las bromas: “¡Eso es más difícil que un microondas ruso en los 90!”, escribió uno. Otros compartieron sus propias anécdotas al enfrentarse a aparatos nuevos cuando llegaron a otro país: lavadoras automáticas, licuadoras con mil botones, o el famoso abrelatas moderno que nadie entiende la primera vez.
Pero más allá de la risa, el video también tocó fibras. Porque muestra esa capacidad tan cubana de adaptarse, de reírse de las dificultades y de convertir lo más simple en un espectáculo. Y eso, sin duda, es algo digno de aplaudir… y compartir.