El tiempo anda de cabeza en Cuba, y ayer sábado el meteorólogo Raydel Ruisánchez no perdió tiempo en encender las alarmas. Desde su cuenta de Facebook, soltó la voz de alerta: “Se están formando chubascos, lluvias y tormentas eléctricas intensas en el interior de Artemisa, el sur de La Habana y Mayabeque”, avisó.
Por si fuera poco, Ruisánchez confirmó la caída de granizo en Guanajay, en Artemisa, un fenómeno que, aunque raro por estos lares, ya empieza a ser parte del paisaje de los últimos tiempos.
El especialista pidió a la gente ponerse las pilas y extremar precauciones, sobre todo por la amenaza de vientos fuertes, granizo y las famosas inundaciones que aparecen sin avisar. También recomendó alejarse de espacios abiertos para evitar malas pasadas con las descargas eléctricas, que no tienen compasión.
“Atentos a las próximas actualizaciones”, insistió Ruisánchez, porque la cosa puede cambiar rápido en el occidente del país.
Por otro lado, el meteorólogo Ariel Maturell Salina también se sumó al coro de advertencias. En su página de Facebook, comentó que durante la tarde se iban a reforzar las tormentas en zonas del sur de Camagüey, el norte de Granma, Santiago de Cuba y nuevamente en Artemisa, Mayabeque y La Habana.
“Recuerden protegerse de las descargas eléctricas”, recalcó Maturell, con ese tono serio que uno agradece cuando el cielo empieza a rugir.
Ya a finales de marzo, Cuba había vivido una serie de tormentas severas que dejaron a más de uno con la boca abierta. El 26 de ese mes, una caída de granizo inusual azotó varias zonas, dejando calles tapizadas de hielo y causando daños materiales de consideración.
Aquella jornada terminó mal: techos volando, árboles arrancados de raíz y comunidades enteras lidiando con la estela de destrucción que dejaron los aguaceros y los vientos huracanados.