¿Quién dejó esos botes tirados en las playas de Matanzas? Esa es la pregunta que muchos se hacen luego de que el régimen cubano anunciara el hallazgo de dos embarcaciones abandonadas en la provincia. Y no solo eso: están pidiendo a quien se sienta dueño de ellas que se aparezca en menos de 30 días a reclamarlas. Sí, como si uno pudiera perder un bote como quien pierde las llaves.
La Capitanía del Puerto de Cárdenas fue quien soltó la noticia. Resulta que el primer bote apareció el 21 de diciembre de 2024 en una zona conocida como Canal de los Barcos, en el municipio Martí. No era cualquier bote: el casco era de plástico blanco, medía 3 metros de largo, 1.50 de ancho y 0.40 de alto. ¿Lo curioso? Dentro tenía escrito a mano el nombre «DABID DIEHEL» y hasta un número de teléfono: 989-640-4107. ¿Llamamos a ver qué dicen? 😅
El segundo hallazgo ocurrió el 24 de enero de 2025, cerca del Hotel Sirenis Tropic, en el municipio Cárdenas. Este otro bote era rojo, hecho de fibra de carbón, un poquito más pequeño que el primero, pero mucho más equipado: venía con un motor Yamaha fuera de borda de 9.9 caballos de fuerza. Eso sí, de nombre o placa, ni rastro.
Según el medio oficialista Cubadebate, la Capitanía dejó claro que quien crea que tiene algún derecho sobre estos botes, tiene que presentarse en su sede en Cárdenas (en Calle Céspedes Final) con los papeles que prueben que son suyos. Pero eso sí, tienen que hacerlo dentro de 30 días naturales o, como suele pasar, las autoridades se quedarán con ellos.
Todo esto lo están manejando bajo lo que dicta el famoso Decreto No. 317, que es el reglamento de la Ley de Navegación de Cuba. Sí, aunque parezca increíble, en Cuba hay todo un proceso burocrático hasta para recuperar un bote perdido.
Y aunque parezca algo sacado de una película, en realidad no es raro que aparezcan embarcaciones abandonadas en la isla. Muchas veces son usadas por traficantes, contrabandistas o migrantes que tratan de cruzar el mar y después las dejan tiradas. Las autoridades, como siempre, están investigando para ver si alguno de estos botes estuvo metido en actividades ilegales.
¿Quién será el dueño verdadero de esos botes? ¿Una historia de migración fallida? ¿Un contrabando frustrado? El mar siempre trae sus misterios, y en Cuba, más.