Una tragedia sacudió este fin de semana al municipio de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma. Daimi Tamayo Milán, una madre cubana, fue brutalmente asesinada el viernes, y este domingo se supo que su agresor, su propio exesposo, también fue hallado sin vida.
Según informaron en redes sociales los perfiles de La Tijera y el activista Guillermo Rodríguez Sánchez, Yordan, el feminicida, habría optado por envenenarse antes que enfrentar a la justicia. “Prefirió escapar del castigo de los hombres y someterse al juicio de Dios», escribió Rodríguez, enviando además sus condolencias a la familia, en especial a la pequeña de apenas 10 años que quedó huérfana de madre y padre en solo tres días.
Un crimen anunciado
El dolor que hoy embarga a la familia no cayó del cielo. Daimi ya había sido amenazada de muerte por su expareja en varias ocasiones. Todo terminó de la peor manera cuando, en la mañana del viernes, Yordan llegó hasta su casa y le arrebató la vida sin piedad.
Después del asesinato, el hombre escapó y fue buscado intensamente. Mientras tanto, la familia logró poner a salvo a la niña, pues el agresor también había dicho que la mataría.
Indignación y dolor en la comunidad
Las redes se llenaron de rabia e impotencia. Cubanos de todas partes dejaron sus comentarios, expresando su repudio hacia el crimen. Una usuaria resumió el sentir popular al decir: «Ni envenenado paga por lo que hizo. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro, ni a destruir familias de esa manera».
Otro comentario, lleno de tristeza, habló sobre el futuro de la niña: «Pobre criatura, marcada para siempre. Ojalá que, a pesar del dolor, logre salir adelante y convertirse en una gran mujer».
Un silencio oficial que duele
Mientras la violencia de género sigue cobrando vidas en Cuba, el régimen prefiere mirar hacia otro lado. A pesar del clamor popular, las autoridades han dejado claro que no harán públicas las estadísticas sobre feminicidios.
Según explicaron en el diario oficialista Granma, están trabajando en un «Registro Administrativo informatizado e interoperable» —pero no público— para llevar la cuenta de las muertes violentas de mujeres y niñas en el país.
Otra vida apagada en Sancti Spíritus
Este horror no es un caso aislado. Hace pocos días, plataformas independientes confirmaron otro feminicidio en Sancti Spíritus. Yunisleidy (Yuni) López Milián, de 40 años, fue asesinada por su pareja en su hogar en el poblado de Guayos. Con su muerte, ya suman 10 los feminicidios reportados en Cuba en lo que va de 2025, según el Observatorio de Género de Alas Tensas y Yo Sí Te Creo en Cuba.
Cada una de estas historias es un grito de alerta. La violencia de género en Cuba sigue siendo una herida abierta, y mientras las cifras oficiales se ocultan, las víctimas siguen sumándose en silencio.