Un grupo de cubanos con I-220A armó tremenda movida este viernes frente al Capitolio en Washington D.C., reclamando algo que ya les pesa en el alma: una vía legal para quedarse en Estados Unidos sin el miedo constante de ser deportados a la isla.
Los manifestantes, llegados de todos los rincones —de Miami, Houston, Kentucky y más allá—, no solo hablaron por ellos mismos, sino que también alzaron la voz por los presos políticos en Cuba y denunciaron la represión del régimen. Esta protesta representa a más de 300,000 cubanos que ahora mismo están varados en un limbo migratorio.
¿Qué es el famoso I-220A?
El formulario I-220A es, básicamente, un salvavidas momentáneo: un papel que los funcionarios de migración entregaban a ciertos migrantes al liberarlos de centros de detención. Les permitía quedarse en territorio estadounidense mientras esperaban que su caso se resolviera.
El problema vino en 2023, cuando la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) decidió que ese documento no cuenta como un «parole» válido, cerrándoles así el camino a acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, una de las rutas tradicionales para lograr la residencia permanente.
Apoyo político en el Congreso
Entre las voces que han salido en defensa de estos cubanos destaca la de la congresista María Elvira Salazar, quien no dudó en mandarles un mensaje de aliento en video. «No me rendiré hasta que tengan el parole que les permita acogerse a la Ley de Ajuste Cubano», dijo convencida.
La representante republicana, siempre firme en estos temas, también añadió que confía en que «la administración Trump lo entenderá» y apoyará el reclamo de quienes vienen dispuestos a trabajar y aportar al país.
Un grito de unidad frente al Capitolio y la embajada cubana
Esta protesta frente al Capitolio no fue un hecho aislado. También hicieron acto de presencia frente a la Embajada de Cuba en Washington, como parte de una serie de acciones que en los últimos meses han buscado poner sobre la mesa la difícil situación de quienes tienen el I-220A.
La convocatoria salió del Movimiento Anticomunista, y su vocero, Víctor Castillo, no se anduvo por las ramas al llamar a la unidad y a perderle el miedo al riesgo de ser deportados.
«Este país nos abrió las puertas, y ahora nos toca a nosotros luchar también por la libertad de Cuba y por nuestros presos políticos», expresó Castillo. Y para no dejar lugar a la desesperanza, cerró su mensaje con un augurio esperanzador: «Todo se va a solucionar, y pronto tendremos un estatus migratorio legal en Estados Unidos».