En medio de un panorama económico que sigue apretando a más no poder, el gobierno cubano ha sacado de la manga nuevas medidas salariales con la intención de retener a sus profesionales más valiosos en dos sectores clave: educación y salud.
Este miércoles, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social publicó en la Gaceta Oficial Ordinaria No. 39 una serie de resoluciones que entrarán en vigor con carácter retroactivo desde el 1ro de enero de 2025. La idea es clara: dar un respiro —aunque sea modesto— a maestros, investigadores, médicos y asistentes de enfermería que siguen al pie del cañón pese a las carencias cotidianas.
Más años, más pesos (aunque no muchos)
Con la Resolución 3/2025, las autoridades cubanas decidieron extender el pago adicional por años de servicio a un grupo más amplio dentro del sector educativo. Esta vez, no se trata solo de maestros frente al aula, sino también de quienes trabajan en escuelas ramales, centros de capacitación y otras instituciones educativas reconocidas, estén bajo el paraguas de un ministerio, una dirección provincial o alguna organización nacional.
Lo que se busca con esto, según palabras oficiales, es fomentar la estabilidad en el sistema educativo, premiando la permanencia y el compromiso. Y aunque los montos no representan una revolución en el bolsillo, sí suman: por cada dos años después de cumplir 30 de servicio, los docentes e investigadores recibirán 400 pesos adicionales mensuales, mientras que el resto de los trabajadores del sector recibirán 200.
Y lo más importante: ese dinerito extra forma parte del salario básico, así que también cuenta a la hora de calcular vacaciones, jubilación o prestaciones.
Reconocimiento tardío (pero necesario) a médicos y asistentes
Por otro lado, la Resolución 4/2025 pone el foco sobre médicos de especialidades críticas —como anestesiología, cuidados intensivos y neonatología— que suelen lidiar con situaciones límite y turnos agotadores.
Para ellos, el gobierno aprobó un incentivo de 100 pesos por hora en trabajos nocturnos, además de un bono por “alto desempeño” de 20 pesos por hora. Es una forma de reconocer, al menos en el papel, que los que salvan vidas en la madrugada también merecen un respiro.
En el caso de los asistentes de servicios de enfermería, esos que trabajan en hogares de ancianos, centros psicopedagógicos y hospitales psiquiátricos, se aplicará un coeficiente del 45 % sobre el salario escala, como forma de compensar el esfuerzo en entornos de alta demanda física y emocional.
¿Un cambio real o un parche?
Estas medidas, aunque sin duda representan un alivio para quienes llevan años cargando con el peso de la educación y la salud pública en Cuba, no cambian el fondo de la situación. Los bajos salarios siguen siendo un dolor de cabeza y muchos profesionales han optado por emigrar o buscar alternativas fuera del sector estatal.
Pero al menos, con esta movida, el régimen intenta frenar la sangría de talento que tantos problemas ha traído a la isla. Los sindicatos y organismos encargados ya fueron notificados para que las nuevas normas se implementen cuanto antes.
¿Alcanzará esto para retener a los que aún creen en su vocación? Eso está por verse. Pero lo cierto es que, en medio del apagón económico, cualquier chispa de aliento se agradece… aunque sea con billetes que cada día valen menos.