Un video subido por el Ejército Occidental de Cuba ha provocado un revuelo tremendo en las redes sociales. Y no es para menos. En las imágenes, se puede ver a varios reclutas recibiendo mazazos mientras sostienen bloques de concreto sobre el pecho, todo como parte de un ejercicio que supuestamente fortalece la “resistencia física” y la “disciplina militar”. Pero lo que el régimen vendió como un acto de valor y entrega patriótica, el pueblo lo recibió con memes, sarcasmo y mucha incredulidad.
La publicación vino acompañada de un mensaje solemne: “Hoy se fortalece el compromiso de los jóvenes con la defensa de la Patria”, pero en las redes, ese compromiso fue recibido más como un sketch de humor involuntario que como una muestra de gallardía.
“¿Entrenamiento militar o circo?”
Desde que el video aterrizó en plataformas como TikTok e Instagram, se ha vuelto viral, pero no por las razones que esperaban. Usuarios de todas partes han cuestionado la lógica detrás del ejercicio, donde uno de los soldados se acuesta sobre otro, y un tercero rompe un bloque de concreto con un mazo sobre su abdomen.
“Esto parece más un casting para una película de karate barata que un entrenamiento del ejército”, comentaron algunos. Otros fueron más directos: “Con el hambre que deben tener, y los ponen a aguantar bloques”. El descontento no solo va por el lado del espectáculo, sino también por la realidad del cubano de a pie, que ve cómo se desperdician materiales mientras muchos viven en casas a punto de caerse.
Bloques que no sirven ni para levantar una pared
No faltaron quienes dudaron incluso de la autenticidad del show. Varias personas apuntaron que los bloques podrían ser de esos “que se desmoronan solos con una mirada fuerte”, preparados para romperse fácil y dar más drama a la escena. Un usuario soltó en tono de burla: “La Rosa de Guadalupe versión comunista”, mientras otro comentó que parecía que se estaban entrenando para una pelea con la Armada de los Avengers.
Un mensaje que no cuajó
El objetivo de la publicación era exaltar el espíritu combativo y el sacrificio de la juventud cubana. Pero lo que buscaba inspirar orgullo terminó provocando risas, molestias y mucha crítica social. Porque mientras la isla se hunde en una crisis económica sin freno, con apagones, inflación y escasez de hasta lo más básico, la gente no está para espectáculos que parezcan salidos de un libreto mal escrito.
Una vez más, la propaganda se estrella contra la realidad. Y en un país donde escasea el cemento para arreglar una gotera, ver bloques siendo reventados a mazos como parte de un entrenamiento “patriótico” es como echarle sal a la herida.
Lo que para el régimen fue un intento de mostrar fuerza, para el pueblo fue otra muestra de desconexión total con lo que realmente duele y preocupa. Porque la verdadera resistencia, la de todos los días, no se entrena con mazos… se vive en la cola del pan.