Prepárate si estás por viajar a Cuba desde Miami u otra ciudad de Estados Unidos, porque la Aduana cubana viene con nuevas reglas bajo la manga. Según los últimos reportes oficiales, ya está en camino un anteproyecto de Decreto-Ley de Aduanas que promete cambiar las cosas —y no precisamente para hacerlas más fáciles.
¿Qué hay detrás de esta movida?
Durante una reciente reunión del Consejo de Ministros en La Habana, el jefe de la Aduana, Nelson Cordovés Reyes, soltó la bomba: el anteproyecto busca “poner al día” los procesos aduaneros. Hablamos de todo lo que tiene que ver con trámites, permisos, control de mercancías, envíos… y sí, también con lo que traen los viajeros en sus maletas.
El documento apunta a reorganizar el famoso proceso de “desaduanamiento”, o sea, ese momento donde tus cosas pasan por la lupa de la aduana, se chequea que todo esté en regla, y pagas lo que tengas que pagar (si te toca).
¿Y qué pasa con los aranceles y las maletas llenas de Miami?
Hasta ahora, los detalles están más en el aire que los aviones que cruzan el estrecho de la Florida. No se ha dicho claramente cómo afectará a quienes llegan cargados con comida, medicinas o artículos de aseo, pero todo apunta a que podrían endurecer los controles y ajustar los beneficios actuales.
De momento, sigue vigente —hasta el 30 de abril— la exención de impuestos para alimentos, productos de higiene y medicamentos, una medida que surgió tras las protestas del 11J y que ha sido extendida varias veces. Pero como quien no quiere las cosas, el discurso oficial ya anda advirtiendo que este “alivio” no es eterno, porque “le pega duro al presupuesto del Estado”.
Más control, menos entrada libre
Otra justificación que ha sacado la Aduana del sombrero es el aumento del tráfico de drogas, y eso les ha dado pie para insistir en que hay que tener más control sobre lo que entra por las maletas, sobre todo si viene del norte. La sospecha es clara: el viajero cubanoamericano está bajo la lupa.
Y ojo con los paneles solares, que han sido parte del equipaje de muchos en medio del apagón eterno que vive la isla. No se ha dicho ni pío sobre si se extenderá también la exención para estos equipos, que han sido una tabla de salvación para más de uno en estos meses sin corriente.
¿Qué nos espera?
Por ahora, todo está en fase de “propuesta” y revisión, pero conociendo cómo se mueven las cosas en Cuba, los cambios podrían llegar de un momento a otro y sin mucho aviso. Lo cierto es que este anteproyecto aduanero suena a que viene con restricciones y más papeles debajo del brazo.
Así que, si piensas viajar a Cuba pronto con las maletas llenas “hasta el tope”, mantente al tanto, porque las reglas del juego pueden cambiar en cualquier momento. Y como siempre, el bolsillo del cubano común —y del que ayuda desde fuera— es el que más sufre.