La Cintumbare volvió a poner a Cuba de cabeza, y esta vez lo hizo a lo grande, desde las calles —y hasta los techos— de un barrio habanero. Con su estilo inconfundible y rodeada de un gentío que coreaba su nombre con puro entusiasmo, la influencer más controversial del momento filmó escenas para lo que promete ser otro de sus videoclips virales.
A través de Instagram, la artista compartió varias imágenes del rodaje, dejando claro que su show es callejero, crudo y sin filtro. En uno de los videos se le ve plantada con tremenda seguridad sobre una azotea, vestida con un conjunto de mezclilla, mientras le canta a la cámara y saluda a la multitud que la observa desde abajo como si fuera una estrella de Hollywood, pero en versión cubana.
“A costilla de mi nombre están haciéndose famosos. La reina de Cuba”, soltó en sus redes, sin pelos en la lengua y dejando claro que, en su mundo, el trono ya tiene dueña. En el clip donde lanza esa frase, aparece bailando y cantando en plena calle, rodeada de muchachos que no paraban de grabarla y gritarle.
El lugar elegido para el rodaje no fue un set de lujo ni un sitio maquillado para las cámaras. Fue una barriada habanera de las de verdad, con fachadas gastadas, callejones con historia y ese aire de decadencia que ya forma parte del paisaje urbano de la isla. Pero a ella eso no le molesta ni un poquito. Al contrario, dice que se siente feliz entre su gente, en su tierra, con lo que tiene.
Y por si fuera poco, decidió promocionar su nuevo tema de la forma más “a lo cubano” posible: sentada en una acera al lado de un latón de basura en El Vedado, con un vasito de whisky en una mano y una cerveza en la otra. Esa imagen, que no tardó en volverse viral, generó una avalancha de reacciones. Algunos la aplaudieron por mantenerse real y no aparentar lo que no es, mientras que otros la criticaron por romantizar la precariedad.
Pero si algo ha dejado claro La Cintumbare es que ella no se calla, no se esconde y no le huye a la polémica. Con cada paso que da, reafirma su lugar en el espectáculo cubano, convirtiendo lo cotidiano en escena, lo marginal en arte y su vida en un performance constante que nadie puede ignorar.
Así que si pensabas que La Cintumbare se iba a quedar tranquila… ya ves que el show apenas está empezando.