La escena del reparto en Cuba vuelve a vestirse de negro. Anthy L13, un muchacho con talento de sobra y sueños por cumplir, perdió la vida la noche del domingo 20 de abril en un accidente de tránsito en La Habana. El joven, originario de San Miguel del Padrón, apenas comenzaba a brillar dentro del movimiento urbano, formando parte del dúo El Versa y Anthy L13, que ya daba pasos firmes en plataformas digitales.
La noticia se regó como pólvora en las redes sociales y fue confirmada por la cuenta de Instagram Grammy cubanos, dedicada a resaltar a las nuevas voces del reparto. “El pueblo de Cuba está más que de luto”, escribieron en una publicación que iba acompañada de imágenes impactantes: una multitud reunida, rostros apagados, y el silencio que solo deja la pérdida de alguien tan joven.
El Versa, su compañero de dúo y hermano de camino, fue uno de los primeros en romper el silencio. En un mensaje lleno de dolor y promesas, le dijo: “Todo lo que nos prometimos lo voy a cumplir… y desde allá arriba vas a seguir riéndote con esa alegría tuya que no se apagaba con nada”. Ambos llevaban poco tiempo trabajando juntos, pero ya habían logrado conectar con miles de seguidores que veían en ellos el futuro del reparto.
Otra joven cercana a Anthy también le dedicó unas palabras que partieron el alma. “Este año era tuyo… tenías toda una vida por delante”, escribió, recordando los momentos que compartieron, los consejos, y el tema musical que estaban produciendo juntos y que ahora guarda como un homenaje eterno.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Los comentarios estaban llenos de rabia, impotencia y tristeza. Una seguidora, claramente afectada, escribió: “Por cosas como estas mi mamá no me deja salir”. Y es que, aunque no se conocen todos los detalles del accidente, la sensación de vulnerabilidad entre los jóvenes es cada vez más fuerte.
El dúo El Versa y Anthy L13 venía con fuerza. Canciones como “El que las recoge”, “Me decía”, “Patipolvo” o “Pikt vs Pikt” ya sonaban entre la juventud cubana, mezclando letras callejeras, ritmos pegajosos y esa energía fresca que solo los barrios pueden dar. Con cada tema, se hacían un huequito más en el corazón de sus seguidores.
Este golpe llega apenas un mes después de otra tragedia que estremeció al mundo del reparto: el asesinato de Mulatico Mulañé, otro joven artista urbano, también en La Habana. Su muerte, como la de Anthy, deja al descubierto un entorno cada vez más hostil para los nuevos talentos en la isla, que luchan por hacerse un camino en medio de la adversidad, los peligros de la calle y una industria que muchas veces no los protege.