El reparto cruzó fronteras y encendió el corazón del sur de Estados Unidos. El reguetonero cubano Oniel Bebeshito armó tremenda gozadera el pasado fin de semana en Kentucky, donde fue recibido como un rey por cientos de fanáticos que no pararon de cantar ni un segundo.
Desde que pisó la tarima, el ambiente se volvió puro fuego. Luces de celulares iluminando el lugar como si fueran estrellas, gritos de emoción, y una energía tan intensa que parecía una noche de carnaval en pleno corazón de La Habana… pero en tierras gringas.
«Tengo la dicha de tener un público tan lindo», escribió Bebeshito en sus redes sociales, visiblemente agradecido por el cariño que le brindaron. Y es que lo que se vivió ahí no fue un simple concierto, fue una conexión brutal entre artista y público, al ritmo del reparto más sabroso.
En uno de los videos que subió a su cuenta de Instagram, se le ve dominando el escenario sin necesidad de pista, ni playback, ni truco. Bastó con soltar «¡Qué rico me siento!» para que el coro lo hiciera el pueblo, al unísono, con una pasión que eriza la piel.
«Familia, gracias siempre por todo el apoyo que me dan día a día. Vamos por más. De Cuba pa’ el mundo… las ganas, la disciplina, la fe y los sueños están, solo es cuestión de tiempo», soltó el cantante, dejando claro que su meta está lejos de cumplirse: esto apenas comienza.
El show en Kentucky no solo fue un éxito rotundo, sino que marca otro escalón en la carrera internacional de Bebeshito, quien sigue dejando huella con su flow característico y su entrega total en el escenario. Su música, que nació en las esquinas calientes de la Isla, ya resuena con fuerza en ciudades estadounidenses, llevando el alma del barrio a cada rincón.
Sin duda, el muchacho está en su momento. Y si algo dejó claro este concierto es que el reparto, con sabor cubano y corazón callejero, está más vivo que nunca… y va con todo.