Otra jornada más y la Unión Eléctrica (UNE) vuelve a encender las alarmas —aunque no precisamente las luces. Este lunes 21 de abril, el sistema eléctrico cubano reportó una de sus peores cifras en años: hasta 1858 MW de afectación en el horario de mayor demanda. Una cifra de espanto, que marca otro capítulo oscuro en la novela sin final que viven los cubanos con el tema de los apagones.
Desde bien temprano, a las 7 de la mañana, la cosa ya pintaba fea. La generación disponible era de apenas 1527 MW, mientras que la demanda superaba los 2700. Eso dejó un hueco de 1190 MW de entrada, y con el paso de las horas, la situación solo empeoró. Se espera que en la noche, cuando la gente llega a casa y sube el consumo, el déficit llegue al temido pico de 1858 MW. Si eso se concreta, sería el apagón más grande en años.
“Esto es de lo más duro que hemos tenido”, reconoció el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, quien avisó en sus redes que siguen tratando de incorporar unidades averiadas, sobre todo el bloque 1 de la termoeléctrica Felton, que —con suerte— volvería a funcionar este martes.
Ya hemos estado aquí antes (y seguimos aquí)
Aunque este nuevo récord de afectación asusta, no es terreno desconocido. El pasado 12 de febrero, el sistema ya había colapsado con un déficit de 1779 MW, un número que en su momento parecía el colmo. Pero como dice el refrán, “siempre se puede estar peor”, y aquí estamos.
¿Y por qué pasa esto? Bueno, por todo un cóctel de desgracias técnicas y logísticas.
Las termoeléctricas siguen hechas leña. Hay unidades averiadas en Mariel, Nuevitas y Felton, y por si fuera poco, otras están fuera de servicio por mantenimiento en Santa Cruz, Cienfuegos y Renté. Además, hay 262 MW de capacidad térmica fuera del juego por limitaciones técnicas, y la falta de combustible ha dejado 65 centrales de generación distribuida sin operar, con 466 MW menos en la balanza. A eso súmale 78 MW adicionales que tampoco trabajan por falta de lubricantes. Un drama completo.
La energía solar, por ahora, no es la salvación
Ojalá los nuevos parques solares fotovoltaicos pudieran sacar del hueco al sistema, pero la realidad no da para tanto. El domingo, los 8 parques recién montados generaron apenas 906 MWh, una gotica en el mar cuando el país necesita más de 3400 MW en los momentos de mayor consumo.
Un apagón sin tregua
El domingo fue de esos días que nadie quiere repetir: hubo apagones las 24 horas, con un pico de afectación de 1767 MW a las 8:30 p.m., justo cuando el país entero trata de cenar, cocinar o simplemente alumbrarse. En la madrugada del lunes, el panorama siguió igual de oscuro, literalmente.
Aunque se espera recuperar unos 125 MW en el pico nocturno gracias a ajustes en la generación distribuida, la crisis eléctrica en Cuba sigue sin dar señales de mejora. Y mientras no aparezca una solución concreta, la gente en la isla seguirá contando las horas sin luz, con velas, linternas, y mucha, pero mucha paciencia.