La maquinaria legal del régimen cubano sigue girando, y esta vez le tocó el turno a la Aduana. Este viernes, el gobierno dio luz verde a un anteproyecto de Decreto-Ley que promete “organizar” aún más el funcionamiento de esa institución… aunque pa’ muchos cubanos eso suena más a otra traba que a solución.
La noticia se soltó por las redes oficiales del Gobierno en X (el antiguo Twitter), donde se anunció que la propuesta será presentada pronto ante el Consejo de Estado. Nelson Cordovés Reyes, quien manda en la Aduana General de la República (AGR), explicó que el documento busca regular todo lo relacionado con los regímenes aduaneros: cómo se autorizan, se disfrutan (sí, así mismo lo dijeron) y se controlan.
¿Y qué más incluye este paquetazo? Pues el famoso “desaduanamiento”, o sea, ese proceso por el que una mercancía entra de forma “legal” al país tras cumplir con todos los papeleos. Esto también aplica a los equipajes de viajeros, a los envíos desde el exterior y hasta a los medios de transporte que los traen.
¿Y qué es desaduanar, en buen cubano? Básicamente, es sacar las cosas de la aduana una vez que ya pasaron por el filtro legal y tributario. Dicho de otra forma, es cuando logras que tus cajas o maletas no se queden pilladas en algún almacén oscuro de La Habana por tiempo indefinido.
Según el gobierno, la norma se alinea con la Constitución y otras leyes que tienen que ver con impuestos, comercio exterior y demás jerga técnica. Pero como era de esperar, la gente en redes no se tragó la píldora sin protestar.
En Facebook, varios cubanos le cayeron arriba a la noticia. Uno fue directo al grano: “La Aduana es el verdadero bloqueo del pueblo”, criticando cómo esa entidad pone y se aprueba a sí misma las reglas del juego.
Otro no se contuvo y soltó lo que muchos piensan en voz baja: “Más miseria pa’ los de abajo. Los que aprueban estas leyes nunca sufren las consecuencias. Allá arriba hay de todo menos escasez. Disfruten, que el tiempo les va a pasar la cuenta.”
Y es que este nuevo movimiento legal no viene de la nada. En enero, el régimen ya había modificado el Decreto-Ley 22 de 2020, imponiendo aranceles en dólares para ciertas importaciones no comerciales. Ese cambio, reflejado en el Decreto-Ley 101, les cayó como un balde de agua fría a los viajeros que llevan productos para su familia o negocio en la isla.
Desde entonces, todo lo que entre debe pagar en Moneda Libremente Convertible (MLC) si está en la lista de productos señalados. En resumen: si pensabas traer cosas pa’ resolver, más te vale que tu billetera hable en dólares.
Así que ya sabes. Con este nuevo decreto, lo que viene no es alivio, sino más reglas, más pagos, y más líos para el cubano de a pie, que solo quiere resolver sin pasar por mil obstáculos.