Lo que parecía un robo más en Camagüey terminó convirtiéndose en una comedia de errores. Y es que el protagonista de esta historia, tras llevarse un celular ajeno, se tiró una foto con tremenda confianza y la subió al estado de WhatsApp del mismo teléfono robado. Sí, así mismo como lo lees.
El asunto explotó este viernes en redes sociales, cuando vecinos de La Nueva Esperanza comenzaron a compartir la cara del presunto ladrón, que por obra y gracia de su propia torpeza se puso en bandeja de plata.
“Se busca este individuo”, escribió Rujaine Morell en el grupo de Facebook «Revolico La Esperanza CAMAGÜEY», mientras pedía ayuda para identificar al hombre que apareció sonriente en el estado del móvil sustraído.
El ladrón, sin saber ni usar un celular, se autodelató
Otra vecina del barrio, Irma Broek, también compartió la imagen del sujeto y no se guardó nada: «Anoche robó un teléfono en la calle 3, pero por bruto se hizo una foto y la subió al estado del WhatsApp, sin darse cuenta de que así mismo lo iban a reconocer. Qué clase de animal.»
Los comentarios no tardaron en llover, y entre ellos, una internauta soltó una bomba: la hermana del ladrón devolvió el celular. Al parecer, la presión social funcionó y los dueños decidieron no poner más denuncias. Final feliz, al menos para el teléfono.
Camagüey caliente: crecen los robos y la gente anda con los nervios de punta
Este caso simpático —porque sí, da risa por lo absurdo— no es más que otro capítulo en la novela oscura que se vive en Camagüey, donde la delincuencia no da tregua. Vecinos de varios repartos han venido denunciando el aumento de los robos, muchas veces cometidos por pandillas de encapuchados que siembran el miedo.
Y aunque la Policía dice estar “trabajando en ello”, lo cierto es que la respuesta se queda corta. La vigilancia no alcanza y los vecinos se sienten desprotegidos, obligados incluso a actuar por su cuenta cuando ven que los malhechores hacen de las suyas.
Un sistema de justicia que no convence a nadie
En más de una ocasión, han sido los propios ciudadanos quienes han enfrentado a los ladrones, arriesgando el pellejo hasta que llegue la autoridad. Pero eso, lejos de ser una solución, refleja el vacío de acción del sistema de justicia, que muchas veces se queda en discursos y advertencias vacías.
Mientras tanto, las redes siguen siendo el altavoz de los camagüeyanos, donde se mezclan las denuncias, las fotos de los ladrones, y la esperanza de que algún día se pueda vivir con más tranquilidad. Pero por ahora, lo que hay es tensión, ingenio… y ladrones que se toman selfies sin saber que se están echando pa’lante solitos.