La Central Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, conocida en buen cubano como Felton, volvió a salirse del sistema como quien dice “¡ay, no aguanto más!”. Esta vez, la causa del apagón fue una avería en la caldera, justo cuando el déficit de generación eléctrica en Cuba roza los 1,000 MW. Y como ya es costumbre, la gente volvió a quedar a oscuras.
Según explicó el ingeniero Erick Milanés Quinzán, director de la planta, al periodista oficialista Emilio Rodríguez Pupo, al principio no se sabía ni por dónde venía el tiro. Todo estaba tapado por una densa nube de vapor que salía a presión, lo que complicaba identificar el punto exacto del problema.
¿Caldera rota o drenaje dañado? Esa es la cuestión
En un principio se pensó que era una rotura en la pared de tubos de la caldera, lo cual —según dijo Milanés— hubiera significado entre 4 y 5 días de reparación, fácil. Pero a medida que se fue disipando el vapor y se calmó la cosa, todo apunta a que el lío es con el drenaje externo, lo cual sería más llevadero.
“Si es el drenaje como creemos, podríamos tenerlo listo en menos de 48 horas, siempre y cuando no haya daños colaterales”, comentó el ingeniero, que todavía anda cruzando los dedos mientras su equipo inspecciona bien la zona.
La buena noticia (si es que se le puede decir así) es que ya la nube de vapor empezó a desaparecer, lo que permite a los técnicos acercarse, mirar con lupa el daño y hacer análisis más finos. Claro, si no aparece otro problema escondido, como suele pasar.
El país apagado, otra vez
Mientras Felton está fuera de juego, los apagones se han intensificado en toda Cuba, y no es casualidad. Según el parte diario de la Unión Eléctrica, solo este sábado el déficit del Sistema Eléctrico Nacional sobrepasó los 960 MW, dejando a cientos de miles de cubanos sin luz desde el viernes.
Ya la gente no se sorprende. Lo que hay es molestia, cansancio y mucha candela en redes sociales, donde cada vez son más los que sueltan su frustración sin pelos en la lengua. Sin embargo, desde las autoridades energéticas todo sigue en modo silencio de radio. Ni un plan real, ni un cronograma claro. Solo parches sobre parches.
Una crisis que no afloja
Lo que está pasando con Felton es apenas un síntoma más de un sistema que hace rato está al borde del colapso. Y mientras los técnicos luchan contra calderas envejecidas, drenajes rotos y vapor que no deja ver, la población sigue contando las horas sin corriente y esperando un milagro que no llega.
Así estamos: con Felton haciendo cortocircuito y el país entero pagando los platos rotos.