Otra vez las Gacelas se quedan parqueadas. El servicio de MetroTaxi en La Habana volvió a sufrir un apagón, pero esta vez no eléctrico, sino de combustible. Según informó la página oficial de Transportación Habana TH, los carritos amarillos que ayudan a aliviar el caos del transporte en la capital no tienen ni una gota de gasolina para moverse.
El aviso, publicado en sus redes, fue claro y directo: “Las Gazellas no han podido abastecerse, y ahora mismo no hay ninguna en funcionamiento”. Solo unas pocas han salido a rodar, pero como era de esperarse, no dan abasto ni de cerca.
Y la cosa no pinta bien. Ni siquiera se sabe cuándo podría normalizarse la situación. Mientras tanto, el transporte público en La Habana se tambalea, y miles de personas quedan colgando del aire, esperando por una solución que no llega.
El propio ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, dijo recientemente que el combustible que podría ayudar con los apagones “está en los puertos cubanos”, pero todavía sin descargarse. O sea, el petróleo está ahí, pero nadie lo toca, como si fuera un adorno flotante.
En medio de esta tormenta, el gobierno ha preferido mirar con lupa a los emprendedores privados, en vez de enfocar los esfuerzos en resolver el lío del transporte estatal, que está a punto de colapsar. Las Gacelas, que suelen repostar combustible en horas de la noche o la madrugada, simplemente no han podido hacerlo, y por eso el servicio amaneció seco, sin chance de cubrir sus rutas habituales.
Los comentarios en redes estallaron. Mucha gente dejó claro lo esencial que es este servicio, sobre todo cuando las guaguas brillan por su ausencia en muchas rutas. Y no es para menos: La Habana, con más de un millón y medio de almas, depende enormemente del transporte público para funcionar. En condiciones normales, la ciudad necesitaría cerca de 800 guaguas moviéndose todos los días… pero esa cifra ni se ve desde hace rato.
Lo cierto es que, entre apagones, falta de gasolina y transporte en ruinas, la capital cubana sigue en una carrera de obstáculos donde los pasajeros siempre terminan perdiendo. ¿Y tú? ¿Has tenido que «lucharla» fuerte por culpa de las Gacelas varadas?