La comunidad cubana en Miami está que echa chispas, y no es para menos. Un video que circula en redes sociales ha encendido la indignación de miles de exiliados, al mostrar a un cubano defendiendo públicamente al régimen castrista, nada más y nada menos que… desde Miami.
Sí, así como lo lees. El protagonista del video se llama William Ávila Pérez, y según él mismo, está dispuesto a regresar a Cuba. Todo esto, aparentemente en el contexto de posibles deportaciones promovidas por el expresidente Donald Trump. Pero lo que más ha causado revuelo no es su deseo de volver, sino las palabras con las que justifica su decisión.
En su grabación, Ávila no escatima en elogios al sistema socialista cubano. Dice, sin ruborizarse, que los deportados serán recibidos con los brazos abiertos, y que incluso podrán recuperar sus antiguos empleos en la isla. Como si todo fuera color de rosa allá.
Pero claro, la realidad dista mucho de esa narrativa. Basta con ver los comentarios en redes sociales y los cientos de testimonios de cubanos que, tras regresar a la isla, han sido blanco de vigilancia, marginación o castigo laboral por haber emigrado. Muchos lo han dicho clarito: volver a Cuba no es tan fácil como lo pinta este señor.
El video fue compartido originalmente por un perfil claramente oficialista, que tacha de “odiadores” a quienes critican a Ávila. Entre las reacciones más sonadas está la del periodista Ernesto Morales, quien escribió con ironía: “Aquí tienes al compañero revolucionario y fidelista William Ávila, que dice que Estados Unidos es un imperio lleno de maldad… mientras se come tremendo plato de comida desde el mismísimo imperio”.
Y es ahí donde explota la contradicción que muchos no están dispuestos a dejar pasar. ¿Cómo es posible que alguien que defiende una dictadura que reprime, censura y empobrece, lo haga desde un país que le ha dado refugio, libertades y comida caliente? Las redes han hablado: eso es doble moral, oportunismo y cinismo puro.
Los internautas no se guardaron nada:
🔹 “¡Mándenlo para ‘Oscuristán’ y que se coma tres apagones!”
🔹 “No entiendo cómo deportan a gente decente y a este tipo lo tienen comiendo gratis.”
🔹 “Doble moral a su conveniencia… como él hay miles.”
En paralelo, ICE ha detenido recientemente a varios cubanos con vínculos al aparato represivo de La Habana. Casos como este reabren un debate urgente: ¿dónde trazamos la línea entre libertad de expresión y complicidad con un sistema represor?
La indignación no es solo política: es personal. Porque muchos que han huido del hambre, de la represión y de la desesperanza, ven en estas declaraciones una bofetada a su dolor. Y es que no hay nada más hiriente que ver a alguien glorificar desde la comodidad de Miami, un régimen que otros arriesgaron la vida por dejar atrás.