La Habana no deja de reinventarse, aunque muchas veces lo haga con un sabor agridulce. La histórica esquina de Galiano, que una vez albergó la querida tienda Ten Cents —sí, aquella donde las vitrinas siempre tenían algo útil y barato—, vuelve a abrir sus puertas, pero esta vez con un giro bien distinto. Ahora se llama Casalinda, una tienda enfocada al comercio en dólares, y forma parte del creciente universo de locales MLC que se han ido apoderando del panorama comercial cubano.
Quien se metió de lleno en esta apertura fue la youtuber cubana Andando con Jeny, que se tiró con su cámara al hombro a curiosear por los pasillos del nuevo negocio. Según contó en su canal, entró el mismo día que abrió y alcanzó a grabar bastante antes de que, como ya es casi tradición, se fuera la corriente. Aun así, logró enseñar lo que se cuece ahí dentro, que no es poco.
Desde Nutella hasta closets de tela: lo que hay en Casalinda
El local es amplio, moderno, con dos niveles y un aire que te hace sentir más en un duty free que en una tienda habanera. En el primer piso, lo que más se ve son productos importados: comida enlatada, dulces, bebidas, cosas de repostería y aseo personal. También hay artículos de cocina, cortinas, alfombras, y hasta mercancía para mascotas, todo bien empaquetado y con precios que no bajan la guardia.
Arriba, la cosa cambia. Allí reinan los electrodomésticos y muebles armables, desde exprimidores hasta zapateras con etiquetas que pueden llegar a los 65 dólares. La decoración del hogar también tiene su espacio, aunque con precios que, según Jeny, superan con creces los de tiendas similares en Europa. ¡Una locura!
La tienda aún conserva señales de su pasado como punto de recogida para compras online, lo que indica que ahora apuestan por combinar el e-commerce con la venta presencial. Pero ojo: aquí no se acepta CUP, solo se puede pagar con tarjetas MLC, tarjetas internacionales o dólares en efectivo. El cubano de a pie, ese que cuenta cada peso para llegar a fin de mes, la tiene complicada.
Casalinda, un negocio con acento extranjero y sello militar
Detrás de esta nueva tienda está el empresario italiano Bartolomeo “Beto” Savina Tito, quien maneja el proyecto a través de su firma Italsav, en alianza con Tiendas Caribe, una cadena controlada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Eso significa que el negocio cae, indirectamente, en la órbita del conglomerado GAESA, el gigante económico vinculado al gobierno, donde la transparencia brilla por su ausencia.
Con un inventario que supera los 10 mil productos, Casalinda no solo representa una nueva opción para quienes tienen acceso a divisas, sino que también simboliza esa brecha económica que se ensancha cada día más en la isla. Lo que antes fue un punto de encuentro del pueblo llano, ahora se ha transformado en un sitio exclusivo, reservado para una minoría con dólares en el bolsillo.
El estreno: apagones, curiosos y precios de infarto
El día de la inauguración fue una mezcla de entusiasmo, sorpresa y realidad cubana. Jeny contó entre risas cómo, poco después de entrar, se fue la luz y comenzó el desalojo. Aunque tenían planta eléctrica, los trabajadores querían cerrar rápido. Lo cierto es que ni los proyectos con inversión extranjera se salvan de los apagones ni de la improvisación.
Aun así, la curiosidad ganó. Desde bien temprano se vieron colas, gente entrando con cara de asombro y no pocos que solo estaban “echando un ojo y chismeando”, como dijo la youtuber con su estilo relajado. Y sí, muchos salieron con los ojos más abiertos todavía al ver los precios que, en varios casos, triplican los de tiendas en otros países.
La reapertura de esta esquina icónica nos deja claro algo: en Cuba, las cosas cambian… pero no siempre para todos por igual.
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