Parece que la novela entre Tom Cruise y Ana de Armas sigue dando tela por donde cortar. A pesar de que ambos insisten en que lo suyo no pasa de lo profesional, la cámara los ha vuelto a atrapar bien junticos, y claro, el runrún no se ha hecho esperar.
Esta vez, la dupla fue vista el 13 de abril de 2025, aterrizando en Londres en un helicóptero privado propiedad de Cruise, luego de un vuelo directo desde Madrid. Nada discreto, si vamos a ser sinceros. En el helipuerto de Battersea, Ana llegó con sus perritos, Elvis y Salsa, mientras Tom se bajaba del aparato con su pinta casual: pantalones grises, polo blanca y un abrigo azul marino que no pasaba desapercibido. Ella, por su parte, se veía de lo más natural con jeans, camiseta y una chaqueta de cuero negra que le daba ese aire rebelde que tanto le pega.
Pero ojo, que no venían solos. El director Doug Liman también estaba con ellos, lo que ha hecho que más de uno piense que quizás no se trata de un lío romántico, sino de un nuevo proyecto cinematográfico que se están cocinando calladitos. Aun así, cuesta no levantar la ceja cuando ya los han pillado varias veces juntos en Londres, paseando, comiendo rico y hasta en el aeropuerto. Como decimos en Cuba: cuando el río suena…
Aunque el romance no ha sido confirmado por ninguno, fuentes cercanas juran que no hay fuego, solo humo de amistad y trabajo. Desde hace meses se dice que se están reuniendo para hablar de posibles colaboraciones en la pantalla grande, pero nada de amores, besos ni cosas por el estilo.
Y es que si algo tienen en común estos dos, es que se cuidan mucho la vida privada. Tom Cruise, con su historial de matrimonios famosos y su misterio habitual, no suelta prenda. Ana, por su parte, ha tenido sus momenticos bajo los reflectores —como su relación con Ben Affleck—, pero también prefiere mantener el perfil bajito cuando se trata del corazón. Aunque claro, en noviembre de 2024, se armó tremendo revuelo cuando fue vista dándose un beso en Madrid con Manuel Anido Cuesta, el hijastro del mismísimo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Aquello causó un escándalo de los grandes, especialmente dentro y fuera de la isla.
Entonces, con este nuevo encuentro entre ella y Cruise, muchos se preguntan si el romance con el hijastro presidencial ya se enfrió o si simplemente esto es una colaboración profesional con muchas coincidencias. Ana ha hablado maravillas del trabajo de Cruise, especialmente de cómo se entrega por completo en las escenas de acción. “Es duro, el cuerpo se queja, pero te hace mejor, y eso se agradece”, dijo en una entrevista el año pasado, dejando claro que admira su ética de trabajo.
Sea como sea, lo cierto es que la química entre ellos se nota hasta en las fotos. Y aunque ambos digan que son solo colegas, la película de este cuento aún no ha llegado a su escena final.
