Juana Tomasa Quiala Rojas, mejor conocida como la Reina del Repentismo cubano, está recibiendo atención médica de primera en el hospital Hermanos Ameijeiras, según aseguró el también poeta improvisador Emiliano Sardiñas, quien salió al paso de los rumores que andaban corriendo por las redes como pólvora.
Desde su perfil de Facebook, Sardiñas no solo compartió unas décimas —como buen repentista que es—, sino que aprovechó para llevar calma al pueblo cubano, que ha estado preocupado por la salud de Tomasita. Con palabras sentidas, pero con la firmeza del que conoce lo que dice, dejó claro que la artista está atendida, acompañada y con todo lo que necesita.
“Tomasita está en la cama 5 del piso 21, bien cuidada y rodeada de amor”, escribió el poeta, resaltando que tanto el personal médico como sus compañeros del arte se mantienen pendientes de ella. Y sí, puede que la situación sea delicada, pero de abandono no tiene ni una pizca.
Un infarto que encendió las alarmas
Todo este revuelo comenzó luego de que Tomasita sufriera un infarto en marzo y quedara ingresada en espera de una cirugía cardíaca. En medio de la preocupación, empezaron a circular llamados en redes sociales pidiendo medicamentos difíciles de conseguir en Cuba, como Sulfato de Brotamina o Enoxaparina. La gente se activó de inmediato, porque donde hay cubanía, hay solidaridad.
Pero Sardiñas quiso aclarar que no todo lo que se dice en internet hay que tomarlo al pie de la letra. “No se dejen llevar por lo que se publica sin confirmar”, pidió, tratando de enfriar un poco la bola que se estaba armando.
Una voz que no se apaga
Nacida en Banes, Holguín, un 29 de diciembre de 1961, Tomasita lleva la décima en la sangre desde niña. Aunque perdió la vista, nunca perdió el rumbo. Se formó en la escuela para ciegos Varona Suárez y desde muy temprano empezó a destacar con su voz firme y su verso filoso.
Se hizo un nombre trabajando en el Centro Provincial de la Música Antonio María Romeu, pero fue en programas como Palmas y Cañas donde el pueblo la adoptó como suya. Ganadora del Premio Nacional de la Cultura Comunitaria, Tomasita ha llevado el repentismo más allá de las fronteras cubanas, cantándole a la vida en escenarios de España, Portugal, México y Argentina.
Aunque su corazón esté dando guerra, su espíritu sigue de pie, aferrado a la décima y al amor de un pueblo que no la olvida. Porque como buena guajira cubana, Tomasita no se rinde.