El reconocido abogado de inmigración Willy Allen, con sede en Florida, acaba de soltar una bocanada de aire fresco para miles de cubanos en Estados Unidos. En su ya habitual espacio de los lunes en CiberCuba, explicó con claridad lo que significa la reciente decisión judicial en Boston: la revocación del parole queda congelada… por ahora.
La jueza Indira Talwani, desde Boston, detuvo temporalmente la eliminación del parole humanitario y sus permisos de trabajo. Según Allen, esto representa una victoria, aunque sea por el momento, y podría dar pie a un proceso largo que llegue incluso hasta el 2026. Mientras tanto, quienes están bajo este tipo de entrada legal, tienen chance de respirar, trabajar y continuar con su vida sin el susto diario de perder sus papeles de un día para otro.
“Es una pausa, un impasse. Una tranquilidad temporal. Pero es tranquilidad al fin”, aseguró el abogado.
Los cubanos con I-220A: en zona segura
Allen fue claro al decir que, a día de hoy, los más tranquilos dentro del complejo panorama migratorio son los cubanos que llegaron con I-220A. Según él, esos casos están estables y con menos sobresaltos. En cambio, los que entraron con parole, aunque todavía cuentan con protección, están caminando sobre una cuerda floja.
Eso sí, mientras el caso avanza hacia una Corte Superior y se define el destino de esta medida, los que están ya dentro del país pueden seguir trabajando legalmente, sin miedo a que de un día para otro les quiten todo.
No esperes más: aplica a la Ley de Ajuste Cubano
Aunque el panorama parece dar un poco de respiro, Willy Allen insiste en que no se debe confiar ciegamente en el parole. Su consejo de oro sigue siendo el mismo de siempre: si eres cubano y estás en Estados Unidos, espera tu año y un día y aplica al Ajuste Cubano.
“Hacer asilo solo por hacerlo, sin tener un caso fuerte, es un error”, recalcó. Si no puedes argumentar un miedo creíble o no tienes una base sólida, ir por el asilo es como jugar a la ruleta rusa. En cambio, el Ajuste Cubano sigue siendo una opción viable, directa y más segura para quienes ya están en territorio estadounidense.
Y para los que estén considerando casarse con un ciudadano o residente para obtener papeles, Allen también explicó que esa vía otorga inicialmente solo dos años de residencia, mientras que el Ajuste Cubano brinda una residencia válida por diez años. O sea, menos papeleo a futuro y más estabilidad.
¿Y los que aún están fuera de EE.UU.?
Aquí la noticia es menos alentadora. Allen dejó claro que el parole humanitario ya no se va a seguir otorgando. Los que estaban esperando su turno en Cuba, Venezuela, Haití o Nicaragua, lamentablemente no tendrán más citas ni podrán enviar nuevos formularios I-134. “Nadie más va a entrar con ese parole”, afirmó sin rodeos.
Aunque la batalla legal apenas comienza, lo cierto es que esta pausa da una ventana de tiempo valiosa. Los cubanos que ya están dentro del sistema tienen ahora la oportunidad de planificarse con cabeza fría y tomar decisiones sabias antes de que las reglas cambien otra vez. Como diría cualquier cubano de a pie: hay que moverse antes que el dominó se trabe otra vez.