Donald Trump vuelve a agitar el avispero migratorio, pero esta vez con una propuesta que, aunque polémica, suena menos ruda que de costumbre. En una entrevista reciente con Fox News, el expresidente soltó la bomba: quiere ofrecer dinero y pasaje de avión a quienes estén en Estados Unidos sin papeles y decidan irse por su cuenta. Así, sin rodeos, habló de lo que ha bautizado como un plan de «autodeportación cómoda».
Trump explicó que su administración está dispuesta a dar un estipendio y el boleto de regreso a los migrantes que opten por salir voluntariamente. Y dejó claro que, si son “buena gente” y el gobierno quiere que regresen, buscarán mecanismos para traerlos de vuelta legalmente lo más rápido posible. O sea, algo así como “vete, pero no es un adiós definitivo si te portas bien”.
Aunque no soltó los detalles técnicos del programa, el republicano insistió en que la prioridad sigue siendo deportar a los delincuentes peligrosos, especialmente a los que calificó como “asesinos”. Pero para el resto —los que no tienen antecedentes penales— la idea es facilitarles una salida pacífica, sin drama, y con chance de retorno si hacen falta.
También habló del papel clave que juegan los inmigrantes en sectores como la agricultura y la hotelería. Reconoció que hay gente trabajadora que hace falta en el país, y por eso ve con buenos ojos facilitarles un retorno bajo vías legales.
Durante la entrevista, le mostraron un video de un migrante mexicano que no puede votar, pero que dijo abiertamente que apoyaría a Trump. Él, lejos de soltar su típica retórica dura, respondió: “Ese es el tipo de persona que queremos mantener aquí”, aunque, como él mismo admitió entre risas, probablemente lo critiquen por decir eso.
Cuando le preguntaron si ese hombre corría el riesgo de ser deportado, Trump fue directo: “No creo que esté en peligro”. Y cerró la conversación con una frase que ya muchos están repitiendo: “Estamos haciendo una autodeportación y vamos a hacer que sea cómoda para la gente”.
Este plan no llega solo. Viene de la mano de herramientas tecnológicas como la app “CBP Home”, que permite a los indocumentados notificar su intención de irse por su cuenta. Esta aplicación, que reemplaza a la antigua “CBP One”, forma parte del mismo enfoque: menos redadas, más salidas voluntarias.
Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quienes no se registren para este tipo de salida podrían enfrentarse a multas diarias de hasta 998 dólares y la prohibición de volver a pisar suelo estadounidense. Así que, como quien dice, si no te vas por las buenas, te costará caro.
Con una población indocumentada que ronda los 20 millones, según datos oficiales, la administración de Trump cree que esta estrategia puede ser más efectiva y menos costosa que las deportaciones forzadas. Lo cierto es que, con elecciones en el horizonte, Trump parece estar afinando su mensaje migratorio, apostando esta vez por una mezcla de mano dura con guante suave.