La noticia sacudió a muchos, pero sobre todo a quienes tienen familia fuera de Cuba. Nueve mujeres cubanas fueron rescatadas de un bar en el estado mexicano de Quintana Roo, donde eran explotadas sexualmente junto a otras jóvenes de Venezuela, Colombia, Jamaica y México. El operativo, liderado por la Fiscalía General y la Marina, destapó una realidad tan oscura como dolorosa: la trata de personas sigue al acecho, y muchas veces, sus víctimas son mujeres migrantes que solo estaban buscando una vida mejor.
El rescate se realizó en un local del municipio de Benito Juárez, más conocido por sus playas y su turismo que por estas historias que pocas veces salen a la luz. Ahí encontraron a 16 mujeres, todas mayores de edad, que estaban siendo obligadas a realizar “servicios sexuales” bajo un esquema que dejaba poco para ellas y mucho para el explotador: de los 5,000 pesos que cobraban, solo se quedaban con 2,000. El resto iba directo al bolsillo del encargado del bar.
Pero la cosa no quedaba ahí. También las obligaban a beber con los clientes, cobrando 500 pesos por copa, de los cuales ellas veían solo la mitad. ¿Bailes privados? A 250 pesos por tres minutos. Hasta las cervezas eran parte del negocio: una cubeta costaba 600 pesos. Todo un sistema bien montado, como una fábrica de consumo con cuerpos ajenos.
Después del allanamiento, las autoridades pusieron sellos de aseguramiento al lugar y trasladaron a las mujeres a las instalaciones de la Fiscalía. El bar estaba en plena avenida Bonampak, en la zona conocida como Supermanzana 6. No estaba escondido, no era un secreto… estaba ahí, en medio de todo.
Y ojo, esto no es un caso aislado. Según la organización feminista Caminantas, que trabaja con migrantes en México, los casos de trata de mujeres cubanas, venezolanas y colombianas van en aumento. Muchas llegan engañadas: les prometen trabajo, o caen en relaciones amorosas falsas por internet. Cuando por fin logran llegar a México, lo que encuentran no es una oportunidad, sino una pesadilla.
Desde 2015 a 2023, más de 220 extranjeras fueron asesinadas en México. Aunque no se ha especificado cuántas eran cubanas, el número preocupa. Y con el éxodo masivo de la isla, los reportes de cubanas víctimas de trata no hacen más que crecer, no solo en México, sino también en EE.UU., España, Panamá, Uruguay y más.
Hace poco, incluso, un cubano con ciudadanía mexicana fue extraditado desde Colombia por ser el presunto líder de una red internacional de trata. Se llamaba Cristóbal Fernández Viamonte, y su historia es solo la punta del iceberg.
Este tipo de noticias duele leerlas, pero es necesario contarlas. Porque cada una de esas mujeres podría ser una hermana, una amiga, una vecina. Y mientras no se hable, seguirá pasando en silencio.