La historia detrás del asesinato de El Taiger es aún más dolorosa de lo que imaginamos. Y es que, según ha revelado un amigo cercano al reguetonero, el hombre que le quitó la vida no era un extraño, sino alguien que formaba parte de su círculo más íntimo: Damián Valdez-Galloso. Sí, el mismo que muchos veían como un fan más… terminó siendo su asesino.
El productor y compositor The Yabo, quien trabajó por más de 10 años con El Taiger, rompió el silencio en una entrevista para el programa Destino Tolk. Además de ser su colega musical, The Yabo era su amigo, y lo que contó dejó a todos con la piel de gallina. Habló sin rodeos sobre la relación entre el reguetonero y Damián, dejando claro que había una conexión mucho más personal de lo que se sabía.
Cuando le preguntaron si había visto alguna vez a Damián, la respuesta fue un rotundo sí. “Sí como no, yo lo vi en el estudio unas cuantas veces”, dijo. Al principio, Damián parecía solo un fanático más, uno de tantos que admiraban a El Taiger. Pero con el paso del tiempo, esa admiración se volvió más cercana… y luego, algo turbio.
The Yabo contó que, en sus últimos años, El Taiger ya no era el mismo. “Empezó a tener un comportamiento no adecuado, no solo con esa persona, sino con varias”, confesó. Lo que sugiere que esa relación entre artista y fan se fue transformando, y no precisamente para bien. Algo se quebró, y todo terminó de la peor manera posible.
Cuando se enteraron de que El Taiger estaba hospitalizado tras recibir un disparo en la cabeza, su entorno se llenó de preguntas. The Yabo y otros del equipo comenzaron a notar cosas raras. “Esa persona (Damián) desapareció, no respondía llamadas”, explicó. Pero jamás imaginó que alguien que parecía tan entregado al artista pudiera llegar a asesinarlo. “Nunca pensé que podía ser tan cruel…”
Además, The Yabo dejó ver algo muy humano y doloroso de El Taiger. Dijo que el artista no era fácil de aconsejar. Que cuando decía que era “herramienta de Dios”, era porque no aceptaba guía de nadie, solo de sus padres… y ellos ya no estaban. Detrás del personaje fuerte que mostraba en redes, había un hombre emocionalmente roto, ocultando su dolor tras una fachada de reguetón y fama.
Esta historia nos recuerda lo frágil que puede ser la vida, incluso para quienes parecen tenerlo todo. Y también, que a veces, el verdadero peligro no viene de lejos… sino de alguien que te mira a los ojos todos los días.
