En redes sociales se ha hecho viral un video que ha dejado a más de uno con un nudo en la garganta. Las imágenes fueron captadas en el municipio habanero de La Lisa y muestran una escena tan cruda como simbólica: un hombre recogiendo yogur del suelo con las manos, justo frente a una tienda Mipyme repleta de comida que él, como muchos, probablemente no puede comprar.
La persona que grabó el video no pudo contener su indignación. «Aquí hay de todo, pero personas como ese señor y muchos más, el 90 por ciento del cubano de a pie, no puede pagar ese tipo de alimento», comentó. Y es que no se trata solo de un derrame en la calle, sino de una metáfora del país entero.
Una escena que duele… y mucho
El protagonista del video es un hombre mayor, vestido con un overol azul, que sin pensarlo dos veces empieza a recoger lo que puede del yogur derramado. No hay guantes, ni cucharas, ni bolsas: solo las manos y la urgencia. Tal vez ese yogur era para su hijo, su esposa o simplemente para calmar el hambre que no espera.
A pocos pasos, vitrinas llenas de embutidos, quesos, carnes y productos importados brillan como si fueran parte de otro universo. Los clientes entran y salen sin mirar atrás. Afuera, la necesidad golpea como una bofetada.
Entre vitrinas llenas y estómagos vacíos
El contraste no puede ser más brutal. En un lado del vidrio, alimentos en divisas. En el otro, personas que solo tienen pesos cubanos, y cada vez menos valorados. Así es el día a día para quienes no reciben remesas, no tienen negocios propios, ni contactos en el extranjero. Para ellos, recoger yogur del suelo no es humillante, es sobrevivir.
La escena ha sido compartida cientos de veces, y para muchos cubanos simboliza el fracaso de un sistema que ha terminado beneficiando solo a unos pocos. Mientras crecen las tiendas Mipyme en dólares y MLC, crece también la desesperación de quienes no tienen acceso a esas monedas mágicas.
¿Hasta cuándo?
Según datos recientes del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89% de las familias en Cuba vive en pobreza extrema. Y lo más triste es que este tipo de escenas ya no sorprenden. Ver a alguien buscando comida en la basura, o recogiendo lo que se cayó, se ha vuelto parte del paisaje cotidiano.
Cuba hoy es una isla partida en dos: los que pueden entrar a las tiendas Mipyme… y los que solo pueden mirar desde la acera. O peor aún, desde el suelo.