El mundo del arte en Cuba está de luto. Félix Pérez Ortiz, un gigante del teatro, el cine y la televisión cubana, falleció en La Habana a los 88 años, dejando una estela de recuerdos, aplausos y respeto profundo por su entrega al arte.
La noticia corrió como pólvora en redes sociales, donde actores, artistas y amantes de la cultura expresaron su dolor por la partida de uno de los rostros más queridos de la escena cubana.
Un talento que nació con él
Félix vio la luz por primera vez el 30 de agosto de 1936 en Santiago de Cuba. Empezó su andar artístico allá por los años 60, metido de lleno en el Grupo Teatral Santiago, cuando aún no tenía mucha formación, pero sí le sobraban talento y corazón.
Con disciplina, intuición y un carisma que no cabía en escena, se fue ganando su sitio hasta convertirse en referente del arte dramático en la Isla.
Del escenario a la pantalla: una carrera de oro
Desde sus días en el Conjunto Dramático de Oriente, donde encarnó papeles en obras como El herrero y el diablo o La zorra y las uvas, hasta su paso por la gran pantalla, Félix lo dio todo. Su presencia se volvió habitual en los hogares cubanos gracias a más de treinta producciones televisivas, donde siempre se destacó por su entrega.
Muchos lo recuerdan por aquella frase suya que se quedó pegada en la memoria colectiva: “…cosas de huesos, nueces y silencios…”, de la novela El eco de las piedras. Una línea sencilla, pero cargada de alma, como él.
También dejó su marca en el cine, apareciendo en películas como La primera carga al machete, Habana Blues y El Benny. Y por si fuera poco, trabajó detrás de cámaras como asistente de dirección y formador de nuevos talentos, llevando su pasión a las aulas y talleres.
Premios, respeto y un legado eterno
Su carrera no pasó desapercibida. En 2019 recibió el título de Artista de Mérito del ICRT, además del Premio Nacional de Televisión, reconocimientos que celebraron su larga y fecunda trayectoria. También fue miembro activo de la UNEAC y pieza clave en la fundación de la Academia de Arte Dramático impulsada por el maestro argentino Adolfo Gutkin.
Un adiós que duele en el alma del arte cubano
Apenas se supo de su fallecimiento, el gremio artístico se volcó en mensajes de despedida. El usuario Alex Ordaz Zayas escribió con emoción: “Un adiós para el primer actor Félix Pérez Ortiz fallecido la víspera en La Habana… Llegué a sus familiares y amigos mis sinceras condolencias por tan sensible pérdida”.
Desde el Centro de Teatro de La Habana lo despidieron como lo que fue: “una Gloria de la Cultura Nacional”, reconociendo su influencia en generaciones de actores que siguieron sus pasos con devoción y orgullo.
Por su parte, Cubaactores resumió el sentimiento general con palabras que calan hondo: “Su legado en el cine, la televisión y el teatro cubano perdurará en la memoria de todos aquellos que admiraron su talento y dedicación. Hoy, el mundo del arte cubano llora la partida de un hombre que dedicó su vida a enriquecer nuestra cultura”.
Félix se fue, pero su voz, su mirada y su entrega siguen vivas en cada escena, en cada recuerdo, en cada alma que alguna vez lo aplaudió de pie.