Lo que se vivió en el Tropicana Santiago fue un revoltillo de los buenos. En pleno concierto de Ja Rulay, justo cuando la cosa estaba en candela, estalló un pleito monumental que desató el caos entre los presentes. Botellas volando, sillas por los aires y una estampida de gente corriendo pa’ donde fuera. El ambiente pasó de fiesta a película de acción en cuestión de segundos.
La situación se salió tanto de control que los boinas negras y la policía tuvieron que meterse de lleno para calmar a los más encendíos. Mientras tanto, desde la tarima, el mismísimo Ja Rulay soltaba su “Se Calentó”, y vaya si se calentó la noche santiaguera. Fue un momento tan surreal que parece sacado de un libreto, pero no, fue 100% real, aunque algunos dudaron cuando nuestra página soltó la primicia antes que nadie.
Lo cierto es que Ja Rulay no solo encendió el escenario, sino también las calles de Santiago. Desde que llegó, el artista fue recibido como un verdadero ídolo. Afuera del hotel donde se hospedaba, una turba de jóvenes lo esperaba, gritando su nombre como si fueran parte de una telenovela. El hombre, emocionado y con ese flow que lo caracteriza, subió un video a su Instagram diciendo: “Oye mi gente de Santiago, qué lindo, asere, yo soy santiaguero”. Y ese orgullo se notó.
El video corrió como pólvora en redes sociales, despertando tanto amor como controversia. Algunos aplaudieron la conexión que tiene con sus seguidores, mientras otros tiraron pullas diciendo cosas como “A mí hay que pagarme para estar ahí gritando”. Críticas más, críticas menos, lo cierto es que Ja Rulay está marcando pauta en el reparto cubano y no se puede negar el arrastre que tiene, sobre todo entre los más jóvenes.
A estas alturas, el artista no ha soltado ningún comentario oficial sobre el tumulto en el Tropicana, pero sigue compartiendo escenas de su viaje con sus más de 200 mil seguidores en Instagram, demostrando que, pese al caos, su popularidad sigue en subida como espuma de cerveza.
Como diría Giselle Blondet: “Esto se puso color de hormiga brava”, y sí, Santiago todavía está hablando del tema.
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