Mientras Cuba se hunde en una crisis que no da tregua, con apagones que parecen eternos, comida que brilla por su ausencia y una inflación que le saca lágrimas a cualquiera, el ex espía Gerardo Hernández, hoy al mando de los CDR, decidió soltar otra joyita en redes sociales que ha dejado a medio mundo con la boca abierta… pero no precisamente de emoción.
Este lunes, Hernández se tiró en su perfil de Facebook con un videíto donde suena una clave cubana bien pegajosa, acompañado por un mensaje triunfalista de esos que parecen sacados de una película de ciencia ficción: “Una clave cubana por amor a Cuba, en saludo al Primero de Mayo y rumbo al 65 aniversario de los CDR.”
¿En serio, Gerardo?
El video, que supuestamente busca calentar motores para el Día Internacional de los Trabajadores y celebrar los 65 años de esa vieja maquinaria de vigilancia barrial creada por Fidel, parece más una burla que un homenaje. Porque mientras unos mueven la clave al ritmo del optimismo oficialista, el cubano de a pie lo que mueve es la olla… buscando qué echarle.
Aunque Hernández no aparece en cámara, todos sabemos que su firma está ahí. Porque si hay algo que el ex agente sabe hacer bien últimamente, es desconectarse del sufrimiento real de la gente y seguir vendiendo la Cuba utópica que solo existe en los discursos del noticiero.
Y como era de esperar, las redes ardieron.
Un usuario, Noel García, no se contuvo: “Cuando veo a estos títeres me da pena decir que soy cubano, pero recuerdo que tenemos a José Daniel Ferrer y se me pasa.”
Otro, Joel Martínez, dejó caer una verdad como una piedra: “No aplaudan demasiado que les va a dar una hipoglicemia, y después hay que salir a zancajear la comida, y llegar rápido a prepararla que al ratico se llevan la corriente.” La crítica, como muchas otras, apunta al papel cada vez más deslegitimado de los CDR, que para muchos ya no son ni sombra de lo que decían ser: una red de solidaridad. Hoy por hoy, se les ve más como ojos y oídos del sistema que como una ayuda real en el barrio.
La intención de Hernández era, supuestamente, despertar el “entusiasmo revolucionario desde el barrio”. Pero lo que terminó despertando fue, otra vez, el hastío y la burla.
No es la primera vez que este personaje se tira a las redes con contenido que parece sacado de un sketch de humor. En marzo, se le ocurrió compartir un video contando cómo sobrelleva los apagones con sus hijos, tratando de romantizar el sufrimiento de millones, como si la oscuridad en casa fuera un juego de mesa.
Y por si fuera poco, días después salió elogiando a un cubano que cría peces en su casa, poniéndolo como ejemplo de “resiliencia”, sin mencionar que esa “creatividad” viene de una desesperación alimentaria generalizada, donde hay que inventar con lo que sea para no pasar hambre.
En fin, Gerardo sigue en su burbuja, publicando como si viviera en una Cuba que solo existe en los slogans. Mientras tanto, el pueblo sigue luchando con lo real: colas infinitas, salarios que no alcanzan ni para el pan, cortes de luz, y una juventud que sueña más con salir del país que con celebrar el 1ro de Mayo.
Y como diría cualquier cubano de a pie: “Asere, lo tuyo no tiene arreglo.”