El abandono médico no solo ha dañado físicamente al pequeño William, también ha destruido emocionalmente a su madre. En marzo de 2024, Evelyn intentó suicidarse, abrumada por la falta de comida, medicinas y ayuda.
“Yo sola tengo que buscarle todo: comida, medicamentos, médicos… y nada funciona”, dijo en su denuncia.
Mientras ella estaba hospitalizada, su hijo quedó desamparado, sin atención ni cuidados. La historia de Evelyn es un espejo de muchas otras madres cubanas que luchan solas, sin apoyo del Estado.
Casos similares que evidencian una crisis nacional
Lo más alarmante es que esta no es una historia aislada. Hace solo semanas, el caso del niño Geobel Damir Ortiz, diagnosticado con leucemia, sacudió las redes sociales. Al no encontrar tratamiento en Cuba, debía ser trasladado a Estados Unidos.
La reacción del gobierno fue inmediata: campañas propagandísticas para maquillar el colapso del sistema de salud, exaltando supuestos logros y méritos del personal médico.
Mientras tanto, niños como William siguen olvidados, atrapados entre discursos vacíos y una realidad dura.
¿Hay alguna esperanza? Una visa humanitaria sin respuesta
En 2023, Evelyn tramitó una visa humanitaria para su hijo, con la esperanza de poder tratarlo en otro país. Pero, hasta el momento, ninguna organización ha dado respuesta. William sigue viviendo sin medicamentos, sin atención médica, y sin condiciones mínimas para su salud.
Este patrón se repite. En febrero de ese mismo año, a Evelyn se le negó una cirugía urgente, a pesar de tener VIH y presentar ganglios inflamados. La respuesta: silencio.
Evelyn también es miembro del movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), lo que suma un tinte político a su exclusión.
“A mi hijo me lo están dejando morir”
Para Evelyn, esto no es una coincidencia, es parte de un patrón. “Hay varios niños que se están muriendo porque no los atienden. En Cuba no hay medicamentos, no hay nada. Te los dejan morir”, afirmó en la entrevista.
Sus palabras son duras, pero reales. Son un grito que resume lo que viven miles de familias en la isla: una salud pública que existe en los discursos oficiales, pero no en la vida real.
El abandono médico en Cuba ya no se puede ocultar
La historia de William Echevarría es solo una de muchas. Pero tiene nombre, tiene rostro, y una madre que no se rinde. Evelyn ha protestado, ha denunciado, ha sobrevivido. Y sigue exigiendo lo que debería ser un derecho básico: que su hijo sea atendido.
En medio de tanta propaganda, la realidad del abandono médico en Cuba es imposible de ocultar. No hay transporte, no hay doctores, no hay medicinas. Solo hay dolor, impotencia… y madres que luchan como pueden para que sus hijos no mueran en el olvido.