Cuando se habla de boxeo cubano, muchos piensan en campeones como Teófilo Stevenson. Pero hay otros nombres que también brillaron en el ring y hoy sobreviven en el olvido. Uno de ellos es Félix Lemus, un cienfueguero que lo dio todo por el deporte… y ahora vive con lo justo, sin ayuda, sin reconocimiento, sin siquiera una llamada que pregunte cómo está.
Lemus, que hoy tiene 64 años, abrió su corazón en una entrevista al medio oficial Trabajadores. Y lo que contó, lejos de glorificar el pasado, destapa una triste realidad: vive en el campo, alejado de todo, con solo 3 mil pesos mensuales y una salud destrozada. ¿El gobierno? Brilla por su ausencia. “Nadie se preocupa por mí, ni saben dónde estoy”, confesó.
Este hombre no fue un boxeador del montón. Fue campeón nacional en 1985, subcampeón en otros dos años, medallista en torneos como el Playa Girón y el Córdova Cardín, y se colgó el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1983. Peleó contra gigantes como Stevenson… ¡y nunca fue noqueado!
Pero ni ese historial le sirvió para que lo reconocieran como “gloria deportiva”. Lo dejaron en la categoría de “figura relevante”, que suena bonito, pero a la hora de los beneficios, no significa nada. Sin Olimpiadas ni Panamericanos, no entras en el club de los privilegiados, aunque tu cuerpo haya quedado hecho polvo.
Y hablando de cuerpo… Lemus carga con cuatro hernias discales, una cervical ya operada, y hasta un infarto en su historial. Su esposa, operada de cáncer, tampoco tiene pensión ni salud para trabajar. Están los dos solos, luchando cada día. “Vine aquí para subsistir”, dijo sobre su vida actual en el campo.
¿Y qué hizo el gobierno? Bueno… hace años, le dieron un juego de baño. Prometieron las losas. Spoiler: nunca llegaron.
Pero hay más. Lemus se retiró del boxeo no solo por salud o edad, sino por algo más duro: el racismo. Contó que los blancos no eran bien vistos cuando se decidía quién iría a competencias. “Si reclamabas, te decían que era decisión técnica”, recuerda. Además, tuvo una bronca con Alcides Sagarra, el famoso entrenador, y ahí se acabó todo.
Lo más triste es que esta historia no es única. Cada vez salen más testimonios de atletas cubanos que dieron sus mejores años al deporte y hoy están tirados a su suerte. Félix Lemus, desde su pedacito de tierra, no pelea ya en el ring, pero sigue luchando… contra el olvido.
Y ojalá su voz, al menos esta vez, sí se escuche.