¿Quién dijo que en Cuba no hay comida? Esa fue la pregunta que desató la polémica en TikTok cuando el usuario @kary_y_jony compartió un video desde el hotel Meliá Paradisus Los Cayos. Lo que se ve en la grabación parece sacado de otro país: bandejas llenas de carnes, embutidos, dulces, frutas en almíbar y huevos por montones. Todo bien montado, brillante, abundante. Muy distinto a lo que la mayoría de los cubanos ve en sus mesas, si es que ven algo.
El autor del video confiesa que fueron invitados por un amigo y no podía creer lo que estaba viendo. “Aquí es donde se reafirma que la crisis en Cuba no afecta a todos por igual”, dice con una mezcla de asombro y resignación. Y remata con una frase que dejó pensando a muchos: “El que viene a Cuba y solo va a los hoteles, no conoce la verdadera realidad”.
Un buffet que duele: reacciones encendidas en redes
El video no pasó desapercibido. Los comentarios explotaron con indignación. Una usuaria lanzó: “Esos hoteles son para el turismo… la gente ya no quiere alimentar dictaduras”, y otro fue directo al grano: “Hay cubanos que se van a morir sin ver la mitad de lo que hay ahí”. La impotencia se siente. Para muchos, esa comida que rebosa en los hoteles es casi ciencia ficción.
“No es que no haya comida, es que no hay dinero”, comentaba otro internauta. Porque sí, el problema no es solo el acceso físico, sino el acceso económico. En un país donde miles buscan restos de comida en los basureros, ver ese derroche en los resorts es un golpe directo al corazón.
El doble discurso de una isla dividida
Este no es el primer video que expone este contraste brutal. Ya antes se han visto imágenes de buffets en Varadero o Cayo Coco, donde se celebran “Días Cubanos” llenos de banquetes, mientras en la calle, madres luchan por darle un plato de comida decente a sus hijos.
Y no son solo los cubanos dentro de la isla quienes levantan la voz. Desde Miami, la influencer cubana Eileen Morales no se quedó callada: “Mientras ustedes están disfrutando, comiéndose su carne, se está muriendo un niño que no tuvo qué comer”. Duras palabras, pero necesarias.
Cuba produce menos comida y apuesta más al turismo
El contraste se vuelve aún más cruel cuando miramos los números. En 2018, Cuba producía 200 mil toneladas de carne de cerdo. En 2024, apenas 9 mil. Un desplome escandaloso. El cerdo, que era la carne más común en la dieta cubana, se ha vuelto un lujo. Mientras tanto, el gobierno invirtió más de 36.800 millones de pesos en turismo, mientras que la agricultura recibió solo el 2,7 % del presupuesto.
El economista Pedro Monreal lo dijo claro: este modelo económico es “muy deformado”. Y el propio primer ministro Manuel Marrero lo confirmó sin querer: “Cada territorio tendrá que depender de lo que logre producir por sí mismo”. ¿Eso es un plan? Parece más bien una manera de decir “sálvese quien pueda”.
¿Qué Cuba estás viendo?
El video de @kary_y_jony no muestra una mentira, pero sí una realidad maquillada. Esa no es la Cuba de la mayoría. Es la Cuba turística, esa que se esfuerzan en vender al mundo. Pero la otra Cuba, la que sobrevive con croquetas de aire y apagones de 12 horas, también existe. Y merece ser contada.
