El Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, volvió a llenarse de fervor este domingo con la celebración del Domingo de Ramos, una de las fechas más queridas por los creyentes y que da inicio a la Semana Santa. Cientos de personas se acercaron al templo para participar en una ceremonia cargada de fe, esperanza y tradición.
Desde temprano, los alrededores del santuario se fueron colmando de fieles. Muchos venían de comunidades cercanas, otros llegaron desde más lejos, como el equipo de béisbol de la provincia de Granma, que también quiso rendir homenaje a la Virgen y sumarse a la celebración.
Palmas al viento y corazones en oración
La jornada arrancó con la tradicional bendición de los ramos y una procesión por las afueras de la basílica. Luego, ya dentro del templo, se celebró la misa con un ambiente de recogimiento y devoción. Las imágenes publicadas por el Arzobispado de Santiago de Cuba en Facebook hablan por sí solas: familias enteras orando con palmas en mano, ancianos emocionados, niños curiosos… una escena donde la fe se respiraba en cada rincón.
Este acto marca el inicio del Triduo Pascual, los tres días más importantes para los cristianos, y demuestra que la religiosidad popular sigue viva y vibrante en el oriente cubano, a pesar de los obstáculos que todavía enfrentan muchos para expresar libremente sus creencias.
El Santuario del Cobre: un faro de unidad y esperanza
Más allá del carácter religioso, este lugar sagrado se ha convertido en un símbolo nacional. Para millones de cubanos, dentro y fuera de la isla, la Virgen de la Caridad del Cobre representa consuelo, fuerza y ese hilo invisible que une al pueblo cubano más allá de fronteras y diferencias.
Por eso, cada ceremonia allí tiene un peso especial. Y este Domingo de Ramos no fue la excepción.
Un momento fuera de tono frente al santuario
Sin embargo, no todo fue recogimiento. En plena solemnidad, un grupo de jóvenes fue captado bailando música urbana del género “reparto” justo frente al santuario. El video, que rápidamente se hizo viral en redes sociales, muestra a los muchachos haciendo movimientos provocativos mientras alguien los graba con un celular.
El gesto, en un espacio considerado sagrado por muchos, no cayó bien. Las críticas no tardaron en llegar, especialmente de quienes consideran que el respeto por la fe ajena es parte esencial de la convivencia en cualquier sociedad.
Mientras tanto, en La Habana… más censura
Mientras en Santiago la Semana Santa arrancaba con fervor, en la capital la historia fue distinta. Por segundo año consecutivo, el régimen volvió a censurar el Solemne Viacrucis, una de las procesiones más importantes del calendario cristiano. El acto, que debía desarrollarse en el Vedado, desde Línea hasta Letrán, fue nuevamente prohibido.
Una decisión que, para muchos creyentes, refleja la falta de libertad religiosa que todavía persiste en ciertos sectores de la vida cubana, donde la fe —cuando no conviene al discurso oficial— sigue encontrando barreras.
Así arrancó la Semana Santa en Cuba: con una mezcla de devoción genuina, expresiones populares y censura que no cesa. Una realidad donde la espiritualidad, la resistencia y la esperanza siguen caminando de la mano.