En Miami, donde todo se comenta y nada pasa por debajo del radar, una valla gigante sobre la autopista Palmetto ha sacado chispas. En ella aparecen los rostros en blanco y negro de María Elvira Salazar, Marco Rubio, Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, todos tachados con una sola palabra en mayúsculas: “TRAIDORES”. ¿La razón? Según el cartel, por darle la espalda a los inmigrantes, a Miami-Dade y hasta al mismísimo Sueño Americano.
Pero la congresista María Elvira no se quedó callada. Con su estilo directo y sin pelos en la lengua, respondió con ironía y carácter durante una entrevista con el periodista Mario Vallejo. “A esa gente que pagó la valla, yo les diría lo mismo que les digo a los que creen que el socialismo es bueno: que se vayan dos semanitas pa’ Cuba a ver cómo es la cosa allá”, soltó con picardía.
Y añadió, medio en serio, medio en broma, pero con firmeza: “¿Nosotros traidores? Que se vengan conmigo pa’ Washington dos semanas y vean lo que es fajarse por el distrito 27 de verdad”. Así, como quien tira el guante y espera a ver si alguien lo recoge.
Entre viajes, remesas y verdades incómodas
La cosa no paró ahí. En otro segmento de la entrevista —que se transmitirá completa este domingo—, María Elvira se metió de lleno en el debate sobre la suspensión de los viajes y las remesas a Cuba, una propuesta que su colega Giménez puso sobre la mesa recientemente.
Y aunque no lo dijo de manera tajante, admitió que “Jiménez tiene su cuota de razón”. Porque, según ella, hay una gran contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. “Los cubanos pedimos que se mantenga el embargo, pero somos los primeros que lo violamos. Pedimos asilo y al año y pico estamos en Varadero celebrando los quince de la niña. Eso no se puede estar haciendo”, dijo con tono crítico.
Sus palabras dejaron en el aire la duda de si apoya por completo la idea de cortar los vínculos con la isla o si está simplemente llamando a reflexionar.
La valla que tiene a medio Miami hablando
La imagen, que ha circulado por todas las redes sociales como pan caliente, fue colocada por el Caucus Hispano Demócrata del Condado Miami-Dade, un grupo afín al Partido Demócrata que acusa a estos congresistas republicanos de quedarse mudos ante las medidas migratorias más duras que ha tomado Donald Trump.
En la parte inferior del cartel, un llamado claro: “Protect TPS / Protejan TPS”, junto a la bandera de Venezuela. El mensaje es directo y apunta al aparente desinterés de estos líderes en mantener las protecciones migratorias que ayudaron a cientos de miles de inmigrantes, sobre todo de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Este bombazo visual llega justo cuando la administración Trump reactiva leyes viejas de tiempos de guerra para deportar presuntos pandilleros y busca limitar el TPS y eliminar permisos de permanencia temporal. Todo esto, mientras más de medio millón de migrantes ven tambalearse el poco estatus legal que aún conservan.
El ruido político no para, y en Miami-Dade, todo se discute con sabor y fuego. La batalla de narrativas continúa, con pancartas en la calle y dardos desde el Congreso. Y como diría cualquier cubano de a pie: «¡Esto está que arde!»