En TikTok se ve de todo, pero hay momentos que no dejan indiferente a nadie. Uno de ellos fue el video que compartió la influencer cubana Claudia Artiles, donde no pudo contener las lágrimas mientras preparaba la maletica de su hijo Marlon, de apenas dos años. ¿El motivo? El pequeño se iba por una semana a pasar tiempo con su papá, y era la primera vez que Claudia se separaba tanto tiempo de él. Como era de esperarse, las emociones estaban a flor de piel.
“Estoy acostumbrada a tenerlo conmigo todo el tiempo”, decía entre suspiros. “Es un día difícil, pero sé que va a estar bien con su papá”, añadió tratando de mantenerse fuerte. Y así, con esa sinceridad que la caracteriza, Claudia tocó el corazón de miles de madres que se vieron reflejadas en su dolor. Porque sí, separarse de un hijo, aunque sea por unos días, puede ser devastador.
Los comentarios no tardaron en llegar. “Lo estás haciendo bien”, “Eres una excelente mamá”, “Marlon tiene una madre increíble”, le escribieron muchas usuarias, enviándole cariño, fuerza y mucha empatía. Porque cuando una madre se sincera, muchas otras se sienten menos solas.
Pero como todo en redes sociales, no faltaron las críticas. Algunos usuarios la acusaron de “exagerar” o de exponer en exceso su vida privada para conseguir vistas. Incluso hubo quienes insinuaron que todo era parte de una estrategia para generar contenido emocional. Pero Claudia, sin perder la calma, respondió con claridad y firmeza:
“Aquí el que se fue fue él, y si yo no lo amo y no soy feliz, pues lo dejo ir. Porque mi hijo necesita padres sanos, no padres infelices viviendo juntos”.
Boom. Así, sin filtros. Y con esa respuesta, no solo cerró bocas, sino que también se ganó aún más respeto de parte de quienes la siguen desde hace tiempo.
Lo que empezó como un video íntimo terminó convirtiéndose en un espacio de desahogo colectivo. Madres de todas partes compartieron sus propias historias, dejando mensajes que iban desde el consuelo hasta el reconocimiento. “Lloré contigo, Clau”, “Ese dolor solo lo conoce quien ama de verdad”, “Te entiendo tanto”, se leía entre los cientos de comentarios que inundaron la publicación.
Claudia no se justificó. No se hizo la víctima. Simplemente mostró lo que sentía. Y eso, en un mundo donde la perfección de mentira abunda, es todo un acto de valentía.
En medio de todo el ruido de las redes, lo que más brilló fue la sororidad. Mujeres que, sin conocerse, se unieron en un mismo sentimiento: el amor incondicional de una madre. Porque no se trata de ser perfecta, sino de amar con el alma, como lo hace Claudia. Y eso, más allá de los haters, es lo que verdaderamente importa.