En Cuba, la creatividad gubernamental no deja de sorprender. En medio de la crisis energética y el colapso del transporte funerario, el municipio de Cotorro, en La Habana, estrenó un carro fúnebre eléctrico, una iniciativa que ha generado más indignación que esperanza entre los cubanos.
La noticia fue compartida por la página de Facebook Habana Noticias, informando que el vehículo realizó su primer recorrido con dos recogidas a domicilio y tres entierros, dos en el cementerio Santa María del Rosario y uno en Managua, Arroyo Naranjo.
¿Solución o chiste de mal gusto?
Para muchos residentes de la zona, la llegada de este carro no es motivo de celebración, sino una muestra más del deterioro de los servicios funerarios en Cuba. En los últimos meses, se han viralizado imágenes de féretros transportados en carretas, camiones de carga y hasta a pie, evidenciando la incapacidad del Estado para garantizar un funeral digno.
El estreno del carro fúnebre eléctrico desató una avalancha de comentarios en redes sociales, mezclando sarcasmo, resignación e indignación. Entre las reacciones más populares destacan frases como:
- «Un ataúd con ruedas, pero bueno, es mejor que nada.»
- «Ay no me monten ahí, que me entierren en el patio de mi casa.»
- «Un carro eléctrico en un país sin corriente… ¿cómo lo van a cargar?»
Funerales VIP vs. funerales del pueblo
Más allá de la ironía, muchas críticas apuntaron a la desigualdad en los servicios funerarios en Cuba. Algunos usuarios recordaron cómo personalidades como Alicia Alonso y Eusebio Leal tuvieron funerales de lujo con carros fúnebres modernos, mientras que el resto de la población debe conformarse con un vehículo que muchos describieron como una “caja de fósforos con ruedas”.
“La realidad es que para algunos hay funerales dignos y bien organizados, mientras que para otros, esto es lo mejor que pueden ofrecer”, comentó un internauta.
La crisis funeraria en Cuba: una historia de abandono
La llegada del carro fúnebre eléctrico a Cotorro no cambia la realidad de los servicios funerarios en la isla. En los últimos meses, se han registrado situaciones críticas en diferentes provincias:
- Manzanillo, Granma: Una familia tuvo que trasladar un ataúd en un camión de carga por falta de transporte.
- Ciego de Ávila: De 19 vehículos funerarios, solo 8 estaban operativos en febrero.
- Matanzas: Un periodista oficialista denunció que no pudo enterrar a su abuela por falta de combustible.
- Sagua la Grande, Villa Clara: Implementaron un triciclo eléctrico como carro fúnebre, generando burlas en redes.
- Banes, Holguín: La llegada de un carro fúnebre de segunda mano fue celebrada como un gran logro, reflejando lo grave de la situación.
¿Un paso adelante o solo maquillaje?
El carro fúnebre eléctrico en Cotorro puede parecer un intento de mejorar el servicio, pero en realidad es una solución limitada y superficial ante un problema que afecta a toda la isla. Miles de familias siguen enfrentando la muerte de un ser querido en condiciones indignas, y las promesas de mejoras siguen sin traducirse en acciones concretas.
Como bien resumió un usuario en redes:
«Ni morir se puede con tranquilidad en Cuba.»