En medio de los apagones, la falta de gasolina y el estrés de cargar un tanque, Cuba quiere enchufarse al futuro con energía solar. La Corporación Cimex, brazo comercial del gobierno cubano, acaba de presentar un proyecto que suena a ciencia ficción en pleno Caribe: 40 estaciones solares para cargar autos eléctricos, sin depender del sistema eléctrico nacional.
La idea, que salió a relucir durante la Feria Internacional de Transporte y Logística (FITL 2025), fue explicada por Armando Isaac Ananias Laffitte, vicepresidente logístico de Cimex, quien aseguró que estas estaciones funcionarán completamente con energía fotovoltaica, o sea, directo del sol para la batería del carro, sin pasar por la red eléctrica nacional.
¿Y cómo va a ser eso? Pues con paneles solares que ocuparán unos 2,000 metros cuadrados, generando hasta 24,000 kWh diarios y almacenando 8,000 kWh. Con esa energía, según Cimex, se podrán cargar unos 800 carros al día, incluidos los de gran tamaño.
Las primeras diez estaciones se instalarán en sitios clave: La Habana, Varadero, Cayo Santa María, Cayo Coco… En fin, los lugares turísticos por excelencia, lo que deja claro quién será el cliente VIP del invento: el turismo internacional y los nuevos ricos cubanos con carro eléctrico.
Cada estación tendrá espacio techado para 32 vehículos a la sombra, y la carga rápida promete llevar la batería al 80 % en tan solo 15 minutos. Todo el sistema estará controlado por una plataforma inteligente, que vigilará el voltaje, la temperatura, la potencia, y más detalles técnicos en tiempo real.
Para poder usar estas estaciones, los dueños de autos eléctricos deberán registrarse previamente con el código VIN del vehículo y usar una tarjeta electrónica recargable, ya sea digitalmente o en puntos físicos. No es solo cuestión de enchufar y ya: hay que estar en regla.
Según Jimmy Mateu, director de Energía y Transporte de Cimex, la primera de estas estaciones debería estar funcionando en el segundo semestre de 2025. Pero aclaró que, por ahora, las motos eléctricas están fuera del juego, debido al riesgo de incendios, un problema que ya ha dado dolores de cabeza en la isla.
El proyecto está siendo coordinado con los bomberos y otras instituciones, y se incluye también la capacitación del personal y el mantenimiento integral de toda la infraestructura, desde los paneles solares hasta las baterías.
Esta movida se suma a los pasos que el gobierno ha ido dando en los últimos años para impulsar la movilidad eléctrica como parte de la estrategia para enfrentar la crisis energética. Ya en 2023, la empresa extranjera Finauto International, representante oficial de Kia en Cuba, comenzó a vender autos eléctricos chinos con precios entre los 9,000 y 12,000 euros, dirigidos al sector privado.
Estos vehículos, con baterías de litio y autonomía de hasta 200 kilómetros, fueron una de las sensaciones de la Feria de Desarrollo Local en Expocuba, aunque pocos bolsillos cubanos pueden alcanzarlos.
Un año antes, el gobierno había liberado los precios de los vehículos eléctricos y eliminado aranceles para los importadores, en un intento por oxigenar un mercado automotor que lleva años ahogado en burocracia y falta de piezas.
Incluso en 2022, una empresa europea asomó la idea de montar una planta de ensamblaje de autos eléctricos en la isla, pensada para adaptar la producción a las condiciones reales del país, donde el parque automotor está más remendado que una chancleta vieja.
