La Casa Blanca ha lanzado una señal de alerta que retumba fuerte en la comunidad migrante. Karoline Leavitt, actual secretaria de Prensa, no se anduvo por las ramas al advertir que todo extranjero con más de 30 días en territorio estadounidense debe registrarse ante el gobierno federal. El que no lo haga, dijo sin medias tintas, se mete en candela: podría enfrentar multas, cárcel, deportación y hasta la prohibición de volver a pisar suelo norteamericano.
Así de claro, así de serio.
Un nuevo capítulo en la política migratoria de Trump
Este aviso forma parte de las acciones impulsadas por la Orden Ejecutiva 14159, firmada por Donald Trump el pasado 20 de enero de 2025. Una jugada que busca reforzar el control fronterizo y endurecer el trato hacia los inmigrantes, en especial los que no tengan su estatus claro. Según esta orden, todo mayor de 14 años que esté en el país por más de un mes y no se haya registrado, está obligado a hacerlo ya. Y si hay niños menores, la responsabilidad cae sobre los hombros de sus padres o tutores legales.
Pero ojo, porque registrarse no significa obtener papeles, ni permiso de trabajo ni nada por el estilo. Lo que sí se obtiene es un documento oficial que prueba que se está cumpliendo con la ley, y ese papelito hay que llevarlo encima como si fuera oro en polvo.
Sin biometría, no hay juego
Por si fuera poco, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) también se montó en la campaña, recordando que después del registro viene otro paso obligatorio: la entrega de datos biométricos, como las huellas digitales. Y no presentarse a esa cita puede traer aún más problemas legales. USCIS lo dijo clarito en sus redes: «Quien no cumpla con este requisito, se expone a sanciones penales.»
Para facilitar todo este trámite, la agencia lanzó el formulario G-325R, una nueva vía para agilizar el registro y la recolección de datos. También implementaron una plataforma online para hacer el proceso más rápido. Pero que nadie se confíe: la eficiencia no es sinónimo de indulgencia.
La lupa sobre los que entraron con CBP One
En paralelo, USCIS está notificando a quienes entraron al país usando la app CBP One que sus permisos de permanencia han sido cancelados. El mensaje es claro: “Salgan del país de inmediato.” Así, sin anestesia.
Miedo e incertidumbre entre los migrantes
Estas medidas han encendido las alarmas en la comunidad migrante, que ya venía sintiendo el peso de una nueva oleada de persecuciones y redadas impulsadas por la administración Trump. Para muchos, el registro obligatorio se siente más como una herramienta para identificarlos y deportarlos que como una forma de “poner orden”.
En resumen, el mensaje es este: quien no esté registrado, corre serio peligro. Y con este nuevo clima político, quedarse fuera del radar ya no es una opción segura, sino una ruta directa al avión de regreso.
En el contexto de una política migratoria cada vez más estricta, la vida para los indocumentados en Estados Unidos se ha vuelto aún más incierta. Ahora más que nunca, cada decisión cuenta… y cada papel también.