Medio año sin su voz, pero con su esencia más viva que nunca. Teresa Padrón, la exrepresentante y alma gemela de El Taiger, volvió a Cuba para rendirle tributo en el Cementerio de Colón, donde descansan sus restos. «El tiempo pasa, pero el dolor sigue intacto», confesó en un post de Instagram que le robó lágrimas a más de uno.
No fue un adiós, fue un «hasta pronto» con música y cubilete
Entre flores, fotos y abrazos, Teresa dejó claro que este no era un día para llorar, sino para celebrar todo lo que José Manuel Carvajal Zaldívar significó. «Hoy honramos tu legado, tu humildad y esa chispa que te hizo único», escribió, mientras compartía imágenes del emotivo encuentro con familiares y fans.
La escena que conmovió a todos
Ver a tanta gente reunida —desde colegas del género hasta niños que crecieron con su música— fue un golpe directo al corazón. «Tu Cuba estuvo ahí, como siempre», destacó Padrón, recordando cómo jugaron cubilete y compartieron anécdotas, convirtiendo el dolor en fiesta, como al Taiger le hubiera gustado.
«Lo prometido es deuda»
Con lágrimas en los ojos pero firmeza en la voz, Teresa renovó su juramento: «Seguiré peleando por tu música, por tu familia y por la verdad». Ese «Te amo, negro» final dejó claro que, aunque físicamente no esté, El Taiger sigue siendo el motor que la impulsa.
El disparo que silenció un ícono
El 10 de octubre del año pasado, una bala apagó la vida del «perro mayor» del reguetón cubano, pero no su leyenda. Su muerte sacudió a toda una generación que creció con sus letras auténticas y su flow irrepetible. Irreverente, genuino y con un corazón más grande que su fama, El Taiger se ganó un lugar eterno en la cultura urbana de la isla.
¿Qué queda de él? Sus canciones sonando en cada esquina, sus fans cantando sus coros a todo pulmón y gente como Teresa, que llevan su bandera con orgullo. Porque, como bien dice el dicho: «Los que mueren de verdad son los que olvidamos», y este pionero del género no tiene riesgo de caer en el olvido.