La actriz cubana Zajaris Fernández no aguantó más y explotó en redes sociales tras ver a su colega Belissa Cruz protagonizando un comercial de plantas eléctricas en pleno desbarajuste energético que sufre la isla. El anuncio, creado para promocionar una Mipyme que vende generadores con paneles solares, ha levantado roncha tanto en Cuba como fuera de ella.
En un video que ha corrido como pólvora en redes como TikTok y Facebook, Zajaris se fue con todo y sin anestesia, acusando a Belissa de reírse del pueblo cubano en el peor momento.
“¡Le voy a meter un gaznatón con la mano abierta, donde quiera que me la encuentre!”, soltó sin pelos en la lengua, visiblemente indignada. Y no fue solo el gesto lo que la encendió, sino el tono burlón del sketch, donde Belissa, vestida de pionera, sugiere que en vez de quejarse, los cubanos deberían simplemente comprarse una planta eléctrica.
«¿Tú sabes lo que es eso, mi hermano? ¡Una burla! Como si cualquiera pudiera ir a la esquina y comprar un generador solar como quien compra pan!», protestó Zajaris, poniendo en palabras lo que muchos ya pensaban.
Pero ahí no quedó la cosa. La actriz también habló de la desconexión que sienten muchos cubanos en el exilio cuando son juzgados por “olvidarse” de los suyos, sin tener idea de los sacrificios que han hecho.
«Esa niña yo tengo que encontrármela, porque le voy a explotar la cara donde sea. Le voy a meter un gaznatón. Con la mano abierta, ¡pero con la mano abierta!«, remarcó en tono amenazante.
“Aquí tengo comida, una casa decente y hasta un dinerito, pero me ha costado. Me ha tocado llorar sola, empezar de cero, tragarme la nostalgia. No es lujo, es lo que debería tener todo el mundo, compadre«, sentenció.
El anuncio ha sido duramente cuestionado por otros rostros conocidos dentro y fuera del gremio. La investigadora Hilda Landrove y el periodista José Luis Tan Estrada también criticaron el comercial, llamándolo una “normalización de la catástrofe”, y denunciaron cómo algunos artistas se prestan para tapar la realidad a cambio de una promoción.
Mientras Belissa guarda silencio, Zajaris está diciendo lo que muchos no se atreven, y eso la ha puesto en el centro de una conversación que sigue creciendo. Porque cuando el humor se convierte en excusa para ignorar la miseria, alguien tiene que alzar la voz. Y esta vez, fue con fuerza y sin filtro.
